Al César, lo que
es del César. La 1 de TVE también tiene buenos programas y no todos están
confiscados en La 2, esa joya de segunda cadena eternamente olvidada por la
corporación desde hace años y años. Y Aquí la tierra es un buen ejemplo de
ello.
No todo fueron
malas decisiones del anterior equipo directivo de TVE, querían darle otro toque
al access prime time de lunes a viernes y buscaban sustituir el Corazón de antes
del Telediario de la noche, por otro tipo de programa más acorde con lo que debía
ser una tele pública. Dándole luz verde a Aquí la tierra, dieron en el clavo.
Nunca he llegado
a entender como una cadena que se paga con los impuestos de los españoles tenga
en su parrilla un programa de corazón, que por muy edulcorado y fino que lo presenten,
siempre será lo que es: un programa de cotilleos, de dimes y diretes, de
rupturas y encuentros amorosos de gente que para nada responde a aquella regla
de oro que asegura que los contenidos de una televisión pública deben de tener
eso, vocación pública para aquellas personas que la financian, los españoles en
este caso.
Aquí la tierra
se emite cada día a eso de las ocho y media de la tarde. Un magacín de
divulgación sobre el clima y el medio ambiente tan bien hecho y tan ameno que
resulta imposible dejar de mirar durante solo un minuto el interesante
contenido que él presenta. Aquí la tierra se merece más tiempo, pero quizás es
ese su secreto, ofrecer al espectador treinta escasos minutos de buena tele, de
información valiosa, nueva y curiosa que se convierte en una cita indispensable
para el día siguiente.
En su presentación,
Jacob Petrus, un veterano en esto de la información meteorológica. Uno de esos
rostros que es imposible que caiga mal al espectador. Un rostro amable que
domina perfectamente el pequeño plató donde se mueve y que es parte importante
de la buena acogida que ha tenido el programa en los pocos meses que lleva en
emisión. Y es que así nos gusta que nos expliquen las cosas, de forma sencilla,
didáctica y simpática. Para, al final, acabar el día con la idea de que gracias
a la tele, has aprendido algo nuevo sobre el planeta donde vivimos.
Sus audiencias,
entre el 7% y el 8% de share le confirman, casi cada día, como el programa más
visto de La 1 en las tardes. Tampoco lo tiene difícil. Se trata de una
audiencia modesta e inmerecida. Y es que Aquí la tierra es uno de los
damnificados de las últimas gestiones de TVE. La gente ya no ve TVE, al menos
durante el día. Por la noche ve sus series y sus películas, pero por el día, La
1 ha sido totalmente olvidada por el espectador y las meteduras de patas en los
informativos han tenido una buena parte de culpa.
Aquí la tierra
parece un programa de La 2 y eso es buena señal. Siempre he pensado que La 2
debería ser La 1 y si a eso le sumamos unos informativos neutrales, tendríamos una
buena tele pública que NO debería luchar por grandes audiencias, si no por la
calidad y la divulgación en todas las áreas del conocimiento y la cultura.
Que Aquí la
tierra se quede aquí, en la parrilla de La 1 por muchos años. Chapeau.