Jorge Rodríguez en la localidad de l"Eliana. Benaguasil
estrenará césped artificial en su campo de fútbol con una
inversión de 105.413 euros por parte de la Diputació de València.
Una cifra similar con la que Bétera mejorará el alumbrado del
terreno de su polideportivo municipal (122.016 euros). Las dos
cantidades forman parte del plan de Inversiones Financieramente
Sostenibles de 2017, un programa de la Diputació que dejará
1.482.488 euros en total en el Camp de Túria, en actuaciones que se
ejecutarán a lo largo de este año.
“Si
un ciudadano ve un presupuesto de cualquier ayuntamiento valenciano,
siempre verá una constante: hay dinero de la Diputació para
inversiones que mejoran la vida de sus vecinos y vecinas”, ha
expresado sobre estas ayudas el presidente de la corporación
provincial, Jorge Rodríguez. En total han sido más de 20 millones
de euros los que se han repartido por toda la provincia a través de
esta línea de ayudas, la tercera de este tipo en lo que va de
legislatura.
La
Diputació cumple así con una reivindicación histórica en materia
de financiación: todos los municipios valencianos podrán “asumir
competencias y demostrar su responsabilidad en respuesta a la
autonomía que siempre decimos que deben tener”, ha defendido el
presidente de la corporación provincial, Jorge Rodríguez.
El
listado de proyectos, que acaba de salir a la luz, no deja lugar a
dudas en la comarca del Camp de Turia. En Riba-Roja, por ejemplo, la
inversión de la Diputació se ha materializado en un total de
133.653 euros con los que el consistorio se ha comprometido a
adquirir un nuevo autobús urbano, con rampa de acceso para personas
con movilidad reducida. Una cantidad similar, 145.628 euros, servirá
al Ayuntamiento de Llíria para urbanizar la calle Garcilaso, un
degradado camino de tierra que ahora lucirá completamente diferente;
igual que con 112.160 euros el municipio de Vilamarxant acondicionará
los caminos Massaseit y Canyada Sanchis.
Otros
municipios como Loriguilla destinarán buena parte de estos fondos a
la rehabilitación de espacios municipales, como las escaleras de
acceso a la plaza del Ayuntamiento, el cenador del polideportivo
municipal y el entorno del aparcamiento o el patio de la escuela
infantil. La Pobla de Vallbona repavimentará más de una decena de
calles de su centro urbano; L’Eliana creará un nuevo espacio
multifuncional en su centro sociocultural y adecuará la nueva sede
de servicios sociales; Olocau renovará la red de agua potable en la
calle San Francisco; y así hasta alcanzar los 1,5 millones de euros
invertidos en la comarca.
Criterios
claros y objetivos
Este
tercer IFS fue aprobado en el mes de julio y los ayuntamientos
tuvieron de plazo hasta el pasado día 20 de septiembre para
presentar los proyectos a ejecutar en cada una de las localidades de
las comarcas valencianas que cumplan con el requisito de tener menos
de 50.000 habitantes. Los criterios a la hora de determinar el
reparto de fondos han sido los mismos que se emplearon en el plan de
Servicios y Obras Municipales (SOM).
De
esta forma, a cada municipio le ha correspondido una cantidad fija y
otra variable en función de criterios como el número de habitantes,
que pondera un 30%; el coste efectivo de los servicios; la superficie
(10%); la tasa de desempleo (10%); los núcleos de población
separados, como aldeas y pedanías (4%); y la pertenencia al Pacto de
Alcaldías con actuaciones contra el cambio climático (3%).
La
intención de este plan vuelve a ser, por tanto, la de reforzar la
apuesta de la Diputació de València por dotar de autonomía a los
alcaldes y alcaldesas de la provincia, que son, como asegura el
presidente de la corporación provincial, “los que mejor conocen
las necesidades de sus vecinos”. “Con este nuevo modelo de
reparto de ayudas, en esta diputación se ha acabado con los planes
teledirigidos que estaban al margen de criterios reales y objetivos”,
ha destacado Rodríguez.
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