Sergio Muniesa. De
nuevo, una vez más, vemos sin asombro, pero con mucho enfado, que
mientras Quico Fernández y sus socios gobiernen esta ciudad, los
trabajadores de Lafarge no pueden estar tranquilos
Parecia
que la resolución de la Generalitat que les autorizaba a la
ocupación, resolvía el problema que ellos mismos habían creado,
pero no fue más que una tregua.
Comenzaron
la legislatura hablando de convenio ilegal, luego pretendieron vender
un acuerdo inexistente, para luego intentar dar un paso definitivo
para negar la ocupación, negar Piñal y llevar el paraje sin
alternativa y que solo esta resolución autonómica impidió.
Los
más de dos años de persecución han tenido que sufrir los
trabajadores y la empresa hasta obtener una resolución favorable,
demuestra el sectarismo de este equipo de gobierno, que no tiene
límite y que ya advertimos que estábamos seguros de que no acababa
aquí.
Tras
unos meses de falsa calma hemos comprobado como en este último
pleno, este gobierno del cambio que conforman el gobierno de
izquierdas Compromis, EU, ADN-Podemos y Psoe, suscribían una
propuesta para que desde el Belcaire, en la zona sur de Castellón,
hasta la Calderona se estableciera una figura de protección en todo
ese espacio. ¡Así, a las bravas!.
Ya
lo intentaron cuando Podemos y Compromis, pretendieron por la puerta
de atrás, con una enmienda a la Ley de Acompañamiento de los
Presupuestos, establecer una prohibición a cualquier actividad
extractiva en un imaginario espacio de 10km contado desde la costa al
interior.
Una
situación de afectaba de lleno a algunas de las principales
actividades industriales de nuestra Comunitat, en concreto a la
obtención de materia prima para la fabricación de cemento de
Lafarge.
Ese
intento se encontró con la oposición de nuestro grupo en las
Cortes, que consiguió pararlo denunciando el ataque que suponía
aprobar esa propuesta para unos sectores industriales y generadores
de empleo fundamentales en nuestra Comunitat.
Pero
como les digo, esto no era más que una tregua y, en el pleno de este
mes han llevado una propuesta suscrita esta vez sí por los cuatro
grupos que sustentan el gobierno municipal, Compromis, EU,
ADN-Podemos y Psoe, en la que plantean por otra vía lo que ya
pretendieron en Les Corts, cargarse Lafarge de manera cobarde y
torticera.
Gracias
a Quico y sus amigos, hoy Lafarge es una empresa en “precario”,
con unos trabajadores machacados por la situación generada por
Compromis, y consentida por sus socios.
El
Sr. Fernández y su equipo, estos partidos políticos, son capaces de
todo. Su política anti industria es desoladora. Son responsables de
romper un convenio que fijaba unas condiciones que regulaba y
aseguraba empleo, continuidad de la empresa y paraje natural.
Un
convenio que compatibilizaba la industria y el medio ambiente, como
exigencia. Con una convivencia real entre industria y medio ambiente.
Pero
eso les ha dado igual. Su objetivo es y será siempre: Industria
Cero. Las pancartas y manifestaciones contra Saggas y Unión Fenosa,
sólo eran un aviso de lo que nos quedaba por ver en su política
anti industria.
El
cambio de ciclo económico no puede ocultar la realidad de un
gobierno que acrecienta la mala imagen de nuestra ciudad para ser
vista como una ciudad fiable y atractiva para invertir.
Los
trabajadores, de cualquier empresa, no pueden estar tranquilos
mientras Quico y su cuatripartito gobiernen esta ciudad porque no les
importa nada, ni Lafarge, ni les importó Fenosa ni Saggas, ni las
que vendrán. No es su modelo productivo.
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