Cada 16 de agosto la Villa de Casinos celebra fiesta a san Roque. El
hecho que conmemora esta festividad es la llegada a Casinos la primera
imagen de San Roque, traída desde la huertana ciudad de Museros en el
año 1885 cuando la epidemia del “cólera morbo-asiático” azotó a muchos
pueblos de Valencia y entre ellos a Casinos.
D. Vicente Plasencia, cura párroco de ésta Villa, y que anteriormente
había sido sacerdote en Museros hizo las gestiones pertinentes para que
una de las dos imágenes de San Roque que veneraban en esa población
fuera traída a Casinos para poner nuestra villa bajo la protección de
San Roque.
“En el año ochenta y cinco, cuando la desolación, del cólera morbo
asiático fuiste nuestro salvador, librándonos del estrago que está
epidemia causó… Con nuestros santos Patronos, san Roque se paseó, por
las calles de ésta Villa, y la epidemia cesó, no extrañéis que en este
pueblo os digamos con fervor: En Casinos te aclamamos seáis nuestro
protector.”
Así narran las crónicas de la época escritas por Francisca Feltrer
madre de Salvadora Hilario Feltrer, lo vivido en 1885 y años
posteriores, pues de estos escritos sabemos que la ermita de san Roque
se inauguró el 16 de agosto de 1892. La música de éstas crónicas
cantadas convertidas en los “gozos nuevos a San Roque” se le atribuye al
sacerdote de Casinos, D. José Muñoz, recordado como “El Vicari Gros”.
Desde el siglo XIX Casinos celebra la fiesta a San Roque, pero desde
1967 que se pasaron las fiestas de invierno al verano, San Roque ha
adquirido la categoría de ser Co-Patrón de Casinos y se celebra una
gran fiesta en su honor.
Hasta 1973, san Roque una vez finalizaba la eucaristía de la mañana
en la ermita, era portado a hombros (los últimos años en el tractor de
Silverio Gómez) desde la ermita hasta la Parroquia. Ese año se
realizaron obras de mejora en la ermita tanto en el tejado como en el
reforzado de pilares exteriores, y la fiesta se celebró en Casinos,
porque la ermita estaba en obras, pero al año siguiente 1974 la fiesta
se celebró en la ermita con el mismo programa que en la actualidad.
Los que conocimos aquella fiesta, echamos de menos los globos de
papel de colores, que con el motor de un algodón empapado en bencina y
con el aire de un abanico, operaciones todas dirigidas por el recordado
tío Terens,(Terencio Fernández Sancho) y su familia, que se perdían en
el cielo y a veces acababan ardiendo en el infinito entre los suspiros y
aplausos de los organizadores y público asistente.
Hoy la fiesta guarda la tradición de voltear las campanas a las seis
de la madrugada, salir rezando el rosario desde la parroquia a las seis
treinta horas y a las siete celebrar la eucaristía en la ermita.
Por la tarde a partir de las diecinueve horas, empieza a acudir el
personal a las inmediaciones del monte de “Xiner” para degustar los
rollos anisados que cada año preparan Clavariesas o Clavarios como es el
caso de éste año.
Después a las veinte treinta san Roque sale de su ermita portado por
los Quintos, tradición que arranca desde 1997 y es paseado por el
pequeño montículo de Xiner, a los sones de la banda de música de Casinos
que interpreta la marcha de procesión compuesta por Juan Muñoz Orero en
el año 2002 y que lleva por título “San Roque del pueblo de Casinos” en
la que se recogen las melodías musicales de los tres cantos autóctonos
que la Villa de Casinos a través de sus años de historia le ha dedicado
al Santo.
Finaliza la fiesta con la subasta de rollos a la puerta de la ermita y
en presencia del Santo, y el último rollo que se subasta es el que
lleva el perro de san Roque, atado al cuello con un lazo rojo. Esta
subasta por primera vez se hizo en 1979, siendo cura párroco D. Ramón
Ruiz.
Cuando acaba la subasta san Roque es entrado en su ermita a los
acordes del Himno Nacional, volteo de su pequeña campana, y nuevamente
es venerado por los asistentes que acuden a fotografiarse a los pies de
la imagen o a acariciar la llaga que lleva en la pierna.
Ya se acabó la novena,
San Roque de Montpelier,
tu te quedas en tu casa
en el monte de Xiner.
Aunque en el monte te quedas
te quedas acompañado
de Santa Bárbara hermosa
y Antonio por otro lado.
Santa Bárbara nos libre
de malas pestes y rayos,
y el glorioso san Antonio
de los testimonios falsos.
Y tú, glorioso san Roque
que ¡Adiós! todos te decimos
tú, te quedas en tu casa,
y nosotros en Casinos”.
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