Tres héroes ciclistas. FOTO EPDA Los ciclistas como
todos los campeones de cualquier deporte, tienen una gran capacidad de llevar
al límite todas sus posibilidades, la gente les aplaude y se emociona con sus
logros, los ensalza y los lleva hasta el trono de los elegidos, una vez esos vencedores
caen por alguna razón son
olvidados o se convierten en la comidilla de los medios faranduleros y crueles.
En el pasado tour de
Francia el colombiano Nairo Quintana obtuvo el segundo lugar, apenas si se
reseña en la prensa, si hubiera obtenido el primero la segura respuesta hubiera sido la euforia de las masas, el patriotismo mediático y las
ebrias fiestas con un gran pretexto. Dónde están en este momento la memoria de Cochise
Rodríguez campeón que rompiera records en México e Italia, adoptando su
nombre en honor a los Apaches, Lucho Herrera, ganador de
la vuelta a España y Dauphine Liberé.
En el actual tour de
Francia como ganador Chris Froome nacido en Kenia, entrenándose en Sudáfrica y ahora dándole el éxito al
Reino Unido.
Segundo lugar Nairo
Quintana nacido en Boyacá,
entrenándose en Colombia con un hermano también ciclista, siendo el primer
latinoamericano en ganar el Giro de Italia y hoy en esa vuelta a Francia que al
ver su recorrido desde la distancia es para “Nairomanes”.
El tercer lugar el
español nacido en Murcia, Alejandro Valverde entrenándose en la Comunidad Valenciana en sus
primeros años.
Estos hombres sin
importar el lugar que ocupan ahora y en general todos los que participan en
eventos de esta naturaleza, son unos triunfadores, si bien sus resultados físicos lo demuestran, quizá lo que
los hace más resistentes y admirables es la historia que hay detrás de ellos
superando todas las adversidades, trabajando una voluntad y fuerza interior
para cumplir sus metas.
Es bueno saber que
aquí en Sagunto existió uno de esos hombres de acero, un vecino de esta ciudad,
René Marigil de Mingo,
hombre querido y admirado por su labor como ciclista. Quien figuró en la vuelta a España en 1955,
en la Vuelta a la Comunidad Valenciana en 1956, en el Tour de Francia de 1956 obtuvo el primer lugar en el
Puerto de la Cruz de Hierro. Vivió en Sagunto desde los 16 años hasta sus
últimos días destacándose no solo como deportista, también como un destacado comerciante y en actividades en beneficio
de su comunidad.
A la hora de apreciar
a un deportista de cualquier disciplina y mientras sus fanáticos seguidores los
toman como fichas de ajedrez que ponen y quitan del tablero de sus alegrías
momentáneas, no se puede olvidar que en la vida de
estos seres humanos se esconde una historia de batallas, dedicación,
sacrificios, alegrías y tristezas; están sus familias, sus lazos, todo aquello a lo que deben
renunciar o tienen que asumir para dejar su marca impresa en la historia de un
pueblo, un país o el mundo y que no se puede olvidar respetarlos y apoyarlos
así un día no alcancen las expectativas de las masas ardorosas que en el mayor
de los casos no tienen ni idea de lo que significa un verdadero hombre de
acero.
Eugenia Castaño
Bohórquez
Colombiana afincada
en Sagunto Valencia
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