El juzgado de
lo Penal número 2 de Valencia ha condenado a un año de prisión a tres
hombres de nacionalidad egipcia que introdujeron en España obras
arqueológicas expoliadas de excavaciones ilegales
de su país a través del Puerto de Valencia.
El juez les considera
autores de un delito de contrabando y,
además de la pena de cárcel, les impone una multa de 500.000 euros.
Durante la
vista, los tres condenados reconocieron los hechos y se conformaron con
el año de cárcel solicitado por el Ministerio Público. La sentencia
absuelve a un anticuario contra el que el fiscal
no formuló acusación.
Los hechos sucedieron en 2014 cuando los
ahora
condenados,
coordinados con otro grupo de personas encargado del expolio en Egipto,
organizaron la entrada en España de piezas arqueológicas robadas en
excavaciones ilegales desde este país.
Lo hacían con el propósito
de venderlas “con evidente ánimo de lucro”.
El cargamento
viajó en un buque con bandera de Luxemburgo, desde el Puerto de
Alejandría, con destino Barcelona, y escala en el Puerto de Valencia.
Para el
transporte, colocaron las piezas en el interior de jarrones de cerámica
de gran tamaño que, a su vez, embalaron en 182 cajas
e
introdujeron en un contenedor. Cuando el barco llegó al Puerto de
Valencia, los agentes de la Guardia Civil detectaron
una anomalía en la carga, por lo que intervinieron el contenedor. Allí,
localizaron 36 piezas arqueológicas, de figuras humanas, de animales,
ánforas pequeñas, vasijas y cofres de madera. Las piezas estaban ocultas
y sin declarar en la aduana.
Las figuras
se llevaron al Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, donde los peritos
determinaron la autenticidad de 25 de las 36 unidades intervenidas. Su
valor de tasación oscila entre los 214.000
y 253.000 euros.
Al mismo tiempo, la embajada egipcia confirmó que las piezas fueron saqueadas de las zonas arqueológicas de
Saqqara y
Mit Rahina, y que todas pertenecían a dinastías del Antiguo Egipto.
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