La
Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte da luz
verde a iniciar los trámites para declarar Bien de Interés Cultural
la Villa Romana de Ponera, en el término
municipal de Sagunto, tras solicitud del Ayuntamiento saguntino. La
tramitación correrá
a cargo de
la Dirección General de Cultura y Patrimonio de esta conselleria.
El
yacimiento arqueológico se encuentra incluido en la carta
arqueológica de la Comunitat Valenciana. Inventariado e incluido en
los estudios previos realizados en el año 2005 para la actualización
del catálogo de bienes y espacios protegidos del término municipal
de Sagunto, como área de vigilancia arqueológica.
Entre
las parcelas 376 y 11 (polígono 48) se sitúa la parte
urbana
de una villa
de
importante entidad. En la parcela 10 (polígono 48) las estructuras
arqueológicas se encuentran mas arrasadas y desmontadas por las
labores agrícolas, quedando en pie los restos que ocupaban la línea
divisoria entre parcelas, a modo de linde y contención de tierras,
así como alguna estructura muraria aislada en peor estado de
conservación.
El
espacio excavado de la Villa Romana de Ponera cuenta con elementos
constructivos que conforman un conjunto edilicio de grandes
dimensiones, construido en una zona geográfica óptima y con
diversos elementos que coinciden con los requisitos que los
tratadistas y agrónomos latinos planteaban como indispensables para
la erección de una villa,
tanto en el aspecto residencial como en el funcional. Primeramente
era imprescindible la fertilidad del fundus, y
para la residencia del propietario había que buscar un lugar que
reuniese ciertas características de salubridad, orientación,
proximidad al agua, etc.; tal y como sucede en la Villa Romana de
Ponera. Concretamente se podría vincular a las villae que
tienen carácter diseminado.
El
emplazamiento del conjunto edilicio puede corresponder a diferentes
factores entre los que destacan la escasa distancia del municipiumde
Saguntum (1,2 km) comunicado con él por diversos caminos (el camino
Vell de Terol, que en época romana comunicaba Saguntum con el
interior de Aragón y que se localiza a 1 km al E del yacimiento). Su
ubicación, a los pies de la montaña de Ponera, resguardaba de los
vientos fríos del N, y así se constata que las estancias
principales de la villa se
orienten al E, mas elevadas, captando los vientos frescos de levante.
Y se encuentra próxima al río Palancia y delimitada al norte y al
sur por sendos ramales de la acequia Major de Sagunto (que
posiblemente fosilice el antiguo acueducto romano) asegurando el
acceso a los recursos hídricos.
El
material arqueológico recuperado en las excavaciones se compone de
gran cantidad de material constructivo, fragmentos de columnas,
molinos de mano, contrapesos de torcularium,
estucos, teselas monocromas y de pasta vítrea, pigmentos, cerámica
de época ibérica, fragmentos cerámicos de filiación romana,
cerámica de época medieval-islámica, cerámica de época
moderno-contemporánea, material metálico, vidrio, fragmentos de
mármol de diversas tonalidades y morfologías, objetos de hueso
trabajado, restos óseos faunísticos, malacofauna, etc.
La
construcción edilicia perdura en un espacio de tiempo prolongado,
atestiguado por la presencia de materiales de amplia cronología, así
como también por la reorganización espacial dentro de la
propia villa,
con una última fase de ocupación que se puede situar entre los
siglos III-V d. de C.
En
las inmediaciones del yacimiento y de su entorno se encuentran restos
cerámicos de distintas épocas, desde la ibérica hasta la
contemporánea.
En
conjunto en la Villa Romana de Ponera se documentan estructuras que
conforman la pars urbana
de una villa,
compuesta por un gran atrio, diversas estancias y zonas de
abastecimiento y distribución de agua.
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