El Auditorio de Quartell acoge una promoción de la dolçaina

A la izquierda, el conferenciante, y la derecha su ayudante técnico. EPDA

El auditorio municipal de Quartell acogió, el pasado domingo, una sesión divulgativa sobre la importancia del instrumento de la "dolçaina" en el territorio valenciano.

Dicho acto, incluido en la programación cultural de otoño, contó con la participación del conferenciante de Gandía, Rubén Soler Ferrer, con una muestra de diversos modelos de dulzainas, que sonaron con diversidad melódica, castellanas, catalanas y valencianas, y con la proyección de un documental histórico.

El conferenciante "reconoció como antecedente del instrumento de la dolçaina a las antiguas chirimías renacentistas tras su evolución desde la Edad Media".

Se cuestionó los orígenes históricos, si fueron los árabes los introductores o bien provino de los países del Oriente próximo, por falta de documentos escritos.

Breve historia en territorio valenciano

Luego, se informó que la dolçaina fue utilizada como instrumento callejero durante el siglo XX, y a partir de los años 1970 comenzó un resurgir de dicho instrumento, sobre todo en el intento de formar una escuela de dulzaineros en Algemesí, para actuar durante la fiesta de la Virgen de la Salud, con su emblemática danza procesional de la Muixeranga, y que su enseñanza contó con el impulso del dulzainero valenciano Juan Blasco. Hubo asimismo inicios de dulzaineros en Bellreguard, Alcoi y Gilet, y Valencia por la festividad del Corpus.

El alcalde de Valencia, Ramón Izquierdo, en aquellos años planteó al funcionario municipal y músico Juan Blasco que acudiese al conservatorio de música municipal para enseñara tocar la dulzaina. Blasco compuso el primer método para su aprendizaje, aunque las dificultades surgieron porque el conservatorio no consideraba la dulzaina como instrumento musical clásico y no había titulación oficial para el profesorado. Por ello, se reivindica, en la actualidad, la creación de un centro específico para la enseñanza de la interpretación de la dulzaina, por su importancia como instrumento adherido a la sensibilidad de los valencianos.