El municipio de Tavernes Blanques se ha sumado a
la ola de tasas sobre cajeros automáticos de los bancos en las fachadas. El
Ayuntamiento de esta localidad de la comarca de l’Horta Nord ha aprobado
cobrar un impuesto municipal por aprovechamiento del dominio público de
cajeros automáticos y máquinas expendedoras.
Según se informa en el padrón municipal, la
cuota anual para este año 2013 asciende a 1.200 euros y el período voluntario
de cobro es del 1 de noviembre al 20 de diciembre, ambos inclusive.
Transcurrido el plazo de ingreso voluntario, las deudas serán exigidas por el
procedimiento de apremio y devengarán el recargo correspondiente, intereses
de demora y, en su caso, las costas que se produzcan por el tiempo de demora.
El objetivo de esta nueva ordenanza fiscal es
recaudar más ingresos para las arcas municipales. Y es que este nuevo tributo
se está generalizando en muchos municipios de la comarca, e incluso en la
ciudad de Valencia, ante las dificultades para recaudar que están teniendo
muchas localidades debido a la crisis y al descenso, principalmente, de los
ingresos del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
Cabe recordar, que el Tribunal
Supremo (TS), en una sentencia de fecha 11 de febrero de 2009, avala que los
Consistorios cobren a las entidades financieras una tasa por los cajeros
automáticos que se sitúan en la vía pública. Además, con independencia de que
el cajero se prolongue por detrás de la fachada.
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