En la víspera del inicio del curso escolar 2014/2015,
el Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (CECOVA) y los colegios de
Enfermería de Valencia, Castellón y Alicante recomendaron que “se acomode el
peso de las mochilas a las características físicas del alumnado para evitar la
aparición de lesiones musculares por la sobrecarga que pueden derivar en
patologías degenerativas o crónicas en edad adulta”. El peso de las mochilas “no
debería superar el 15 por ciento del peso corporal y su volumen no debe ser más
grande que la espalda”.
Desde la Organización Colegial de Enfermería
explicaron que el peso de las mochilas debe “adaptarse a la edad y el tamaño
del niño” y que, por ello, “es desaconsejable usar las mismas mochilas durante
varios años”. En caso contrario, “pueden sufrir problemas musculares o
sobrecargas” y, en este sentido, “un 60 por ciento de los menores en edad
escolar que tiene en algún momento dolor de espalda debido, entre otros
factores, al excesivo peso de las mochilas”.
Así, recordaron que más de la mitad de los escolares
de entre 13 y 15 años padece problemas de espalda y más del 40 por ciento de los
menores de 11 años sufren estas patologías. Las alteraciones de la columna
vertebral en la edad escolar más frecuentes son en un 24,9 por ciento de los
casos el acortamiento de la musculatura isquiotibial (parte posterior del
muslo); por delante de la hiperlordosis (aumento de la curvatura lumbar), en un
18,7 por ciento, y la presencia de una escoliosis (9,3 por ciento).
Las causas
principales de estas dolencias son “el mobiliario inadecuado en el aula al
utilizarlo indistintamente niños de diferentes edades; la excesiva carga de las
mochilas escolares; y, también, por el elevado sedentarismo y la escasa
práctica de actividades deportivas que se ha incrementado en los niños en los
últimos años por el uso de la televisión y las videoconsolas”.
Las recomendaciones del CECOVA recogen que las
mochilas no deben sobrepasar en ningún caso un peso superior al 10 o el 15 por
ciento de su peso corporal, por lo que los niños no deberían transportar en sus
mochilas material escolar por encima esa cantidad. Además, “es aconsejable que
cuente con tiras que se puedan abrochar en el abdomen o el pecho para que a la
hora de transportarla se utilicen más grupos musculares”. Asimismo, los
materiales se deben colocar “de manera correcta, en la parte alta de la
espalda” y “es aconsejable que las mochilas estén almohadilladas y colocadas sobre
ambos hombros, y no sólo en uno, y apoyada en la zona dorsal, con los tirantes
no excesivamente largos”.
Desayuno
completo
Además, para afrontar con energía la vuelta al
colegio, es imprescindible tomar un buen desayuno “para un rendimiento escolar
óptimo”, ya que el 8 por ciento de los escolares acuden al colegio sin haber
desayunado y sólo el 26 por ciento realiza un desayuno completo. Al respecto, destacaron
que los niños que van a la escuela sin desayunar “tienen una disminución de su
capacidad física, de su resistencia al esfuerzo, de su fuerza muscular y de su
capacidad de aprendizaje, lo que da como resultado una menor concentración y
rendimiento escolar”.
Este hecho también incide, según indicaron, en que
“cada vez hay más casos de obesidad en los niños que toman un desayuno escaso o
no desayunan”. En la
Comunitat Valenciana, el 13,49 por ciento de los niños entre
2 y 17 años presenta sobrepeso y el 10,76 por ciento padece obesidad, ante lo
que la enfermera alertó de que el desayuno “es la comida más importante del
día, debe aportar el 25 por ciento de las necesidades calóricas diarias y debe
estar compuesto por un lácteo, cereales en alguna de sus formas (pan, galletas,
o cereales de desayuno) y fruta”.
Para reducir estas prevalencias, se recomienda
“disminuir la ingesta de azúcares simples y grasas saturadas, contenidos
principalmente en la bollería, los “snacks” y los refrescos, siguiendo las
recomendaciones del Ministerio de Sanidad sobre la alimentación en los
colegios; y se retomen hábitos saludables como la ingesta del tradicional
bocadillo acompañado de agua y fruta para merendar y almorzar, evidentemente,
siempre ajustando la ración a la edad del escolar”.
Finalmente, el CECOVA recomendó la puesta en marcha de
servicios de Enfermería Escolar en todos los centros educativos pues “cada vez
se escolariza más alumnado con problemas crónicos de salud y alergias que
requieren una atención y administración de medicación que actualmente no están
recibiendo” y, por otra parte, recordó que las enfermeras escolares “también
fomentan unos hábitos de vida saludables a través de programas de Educación
para la Salud, como una alimentación saludable, higiene y ergonomía correctas,
prevención de trastornos de la conducta alimentaria, de consumo y abuso de drogas,
entre otros”.
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