La polémica sobre la entrada o no de la Real Senyera en la Catedral de Valencia, una tradición que se viene realizando todos los años desde 1538 en la fiesta del 9 de Octubre y que fue ordenada por el Consell de la Ciutat, está servida. No estaría de más que los políticos para atender a su complicada tarea de gobierno bucearan en la historia o consultaran los valiosos archivos históricos de los organismos que presiden.
Jaime I no hizo su entrada solemne en Valencia hasta que sacó a todos los moros de la ciudad y los expulsó primero a los campos de L´Arrusafa i después les obligó a ir hasta Cullera. Les dio cico días de plazo para que fueran saliendo y él mismo les acompañó hasta más allá de La Albufera.
Fijó el propio rey que fuera el dia de San Dyonisio Obispo y Martyr, 9 de octubre, cuando se celebrara la solemnidad de haber rendido la capital del Reino Moro de Valencia para la cristiandad, jornada que siempre se ha festejado, generación tras generación, siendo estas celebraciones extraordinarias en los años centenarios.
En el Manual de Consells de la Ciutat de 1338 (fol. 245) consta cómo el gobierno municipal de entonces acordó que “en lo dia de Sent Dionis,… se faça processó general de Clergues e de Religiosos, que son en la dita Ciutat, la qual Processo ab los Prohomens e poble de la dita Ciutat partesca ab Creus de la Esgleya Catedral de nostra Dona Santa maria, e anar a la Esgleya del Benaventurat Martyr Sent Vicent lo qual per mantener e exalçar la fe catholica volch sostener e sufrir martyri, e la sua sanch esser escampada a mort sufrir en la dita Ciutat; per fer laors e gracies al Nostre Senyor Deus, e a la Verge gloriosa nostra Dona Santa Maria mare sua, e a tots los Sants de Paradis, de la Conquesta de la Ciutat, la qual lo Molt Alt Senyor en Jaume de bona memoria presch e trasch dels mans dels Infels, e liura aquella a Faels Chrestians…”
Los Jurados de la Ciudad en la misma sesión acordaron “que per tostemps cascun any, ço es, en lo noven dia del mes de Octubre se fasa semblant Processó a honor de Deu, e de la Verge mare sua, e de tota la Cort celestial”. Y que con tal ocasión en las iglesias parroquiales se diera limosna “als pobres vergonyants”. A religiosos, religiosas “e a Espitals, e als pobres de la cadena, que vihuen de almoina”.
Aquel año de la institución de la procesión del 9 de octubre, cortejo que iba a La Roqueta, la presidió el obispo de Valencia Ramon Gasto, y asistió el obispo de Segorbe, fray Sancho. Por estar indispuesto no pudo asistir el rey don pedro ni su esposa la reina doña María.
En el Manual de Consells de 1538 (num 70) se recuerda aquella primera disposición municipal sobre “que es facen e solemnizen les Processons, festes e alegries seguents, a saber: … se portara la Senyera de la Ciutat a la Sglesia Catedral de la Seu, en la qual se celebrara lo Ofici divinal ab molta solemnitat; que en dit dia se facen moltes caritats; que en lo dia apres de la dita festa de Sanct Dyonis se faça una molt solemne e devota Processó portant en aquella la Senyera”. Marca el documento el itinerario de dichas procesiones que salía de la plaza de la Leña, calle Avellanas, Barcelonina, plaza san Francisco, calle san Vicente a La Roqueta. Igualmente establecía el orden y composición de las mismas.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia