Piezas de museo restauradas. EPDA Conocer
la riqueza de nuestro patrimonio etnográfico y saber restaurarlo
para darle utilidad en la vida actual es uno de los objetivos de la
cuarta edición del curso práctico de restauración organizado por
el Museu Comarcal Horta Sud, que preside Carlos Fernández Bielsa. Y,
además, contribuir con ello a cambiar el paradigma económico actual
hasta una economía circular más sostenible. El curso tiene una
duración de 24 horas repartidas entre los miércoles y viernes por
la tarde, de 16 a 20 horas. Empezará el próximo 17 de noviembre y
se desarrollará hasta el 5 de diciembre. En él aprenderán
criterios, tratamientos y técnicas necesarias para abordar
correctamente restauraciones de diferentes piezas. Una actividad
totalmente gratuita para las personas inscritas.
El
taller tiene una parte teórica y una parte práctica donde se ha
trabajado con mobiliario del Museo Comarcal, que posee una importante
colección de piezas, lo que permite dar a conocer la riqueza
patrimonial que alberga el museo.
Para
el presidente del Museo, Carlos Fernández Bielsa, cursos como este
forman parte de las "acciones destinadas al fomento de la
tradición y la cultura, donde queremos dar a conocer a los vecinos y
vecinas de la comarca nuestro patrimonio, ofreciendo además a todos
y todas la oportunidad de aplicar en casa las técnicas aprendidas y
restaurar sus propias sillas".
De
esta manera el interior del museo se ha convertido esta semana en un
verdadero taller de restauración de nuestro patrimonio, gracias a
esta cuarta edición del "Curso práctico de restauración".
El Museo Comarcal de l'Horta Sud Josep Ferris March es un centro de
conservación, difusión, investigación y exposición del patrimonio
cultural de la comarca, implicado en la dinamización social y
cultural de su territorio, en base a aquellos elementos que
históricamente han definido la personalidad de la comarca y
constituyen sus señas de identidad. El museo se encuentra instalado
en casa del Estudiante de Boqueta, una antigua casa de labradores
construida durante la primera década del siglo XX. La visita a la
exposición permanente nos permite conocer las formas de vida de una
familia de la comarca que, como era frecuente en el contexto de la
sociedad preindustrial, en la mayoría de los casos obtenía sus
recursos del trabajo de la tierra. La visita se puede completar con
otras actividades que periódicamente ofrece el museo relacionadas
con un conocimiento directo del territorio y de algunos aspectos más
concretos que profundizan sobre los contenidos de la exposición
permanente.
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