Hace casi diez años, el gobierno
socialista se adhirió al denominado Plan Confianza, impulsado por la
Generalitat, en el que cada municipio tenía una partida que debía invertir en
equipaciones e infraestructuras. Uno de los edificios que se construyeron bajo
este plan fue el centro social Ausiàs March en el barrio de Lauri Volpi, que es
de los más periféricos de Burjassot.
En la actualidad este centro social permanece abandonado,
pese a que el alcalde socialista Rafa García prometió en campaña que el
edificio tendría un uso social para atender a los vecinos de ese barrio. La
zona donde se ubica dicho centro social tiene una gran densidad poblacional y a
pesar de ello el actual equipo de gobierno no considera una prioridad dotar de
recursos el Ausiàs March para que comience a funcionar.
Sonia Casaus, portavoz del
Partido Popular de Burjassot, considera que el retraso de la puesta en marcha
del centro social responde a los intereses políticos del alcalde de Burjassot
ya que quiere demorarlo lo máximo posible para que la inauguración esté próxima
a las elecciones municipales previstas para mayo del 2019.
Casaus denuncia que Rafa García quiere ocultar la falta de
inversiones con fondos municipales durante esta legislatura, inaugurando un
edificio del que el ayuntamiento tiene su cesión desde 2015 y que lleva más de
un año cerrado a la espera del capricho electoral del alcalde que está más
preocupado por la foto que por los vecinos de Burjassot.
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