Fotomontaje, a modo de prueba, presentado por el PP. El Grupo Municipal Popular llevará al próximo Pleno, para su debate y aprobación, una moción con el objetivo de dedicar una calle, avenida, plaza o espacio público a Miguel Ángel Blanco.
El pasado 13 de julio de 2017 se cumplieron 20 años del asesinato a manos de ETA del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco Garrido. Una efeméride relevante para la vida pública y democrática de nuestro país, pues fue asesinado por la barbarie de unos terroristas por el mero hecho de creer en España, en la democracia y en la libertad.
Miguel Ángel era una persona normal, un joven vasco comprometido y unido a sus ideas de concordia, entendimiento y pluralidad, que le llevaron a dar un paso adelante en su participación pública, convirtiéndose en concejal por su pueblo. Tras la liberación de Ortega Lara, lo que supuso un duro golpe para la banda de asesinos de ETA, el 10 de julio fue secuestrado cuando se dirigía a su trabajo en la vecina localidad de Éibar. Sus secuestradores chantajearon a todos los españoles dando 48 horas para que el Gobierno de España trasladara a cárceles del País Vasco a los 600 etarras distribuidos por centros penitenciarios del territorio nacional. En caso contrario, sería asesinado.
Cumplido el plazo dado por los etarras, el 12 de julio a las 16:00 de la tarde, cerca de un paraje de Lasarte, el etarra ‘Oker’ sujetó a Miguel Ángel Blanco y ‘Txapote’ le descerrajó dos balazos mientras su compañera, Amaia, les esperaba para huir de la escena del vil y cruel asesinato.
Los españoles, los demócratas, sufrimos con la familia de Miguel Ángel su secuestro. Deseamos esperanzados que no falleciera cuando encontraron su cuerpo aún con vida, hasta que a las cinco de la mañana del ya 13 de julio, Miguel Ángel nos dejó.
Los días posteriores, la rabia, impotencia e incomprensión contenidas por toda la sociedad española durante años, pero muy especialmente ante el secuestro de Miguel Ángel se transformaron en protesta, indignación y espíritu democrático, que llevaba el nombre de su ciudad natal, el conocido como ‘espíritu de Ermua’.
Ese ejemplo de vocación y compromiso, ese espíritu de unión civil y democrática que se despertó en la sociedad española, son motivos más que fundados para que un espacio público de nuestra ciudad (calle, plaza, parque, avenida, rotonda, edificio público) lleve el nombre de aquel joven Miguel Ángel Blanco, y siga representando, a día de hoy, en el corazón de los españoles una figura determinante para bien común y democrático de nuestra sociedad, máxime cuando nuestro municipio cuenta con la presencia de la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo (ACFSEVT), con sede en Paterna, y tiene desde el 25 de octubre de 2014 un monumento dedicado a las víctimas del Terrorismo, instalado en la rotonda de confluencia de las calles 'Reí en Jaume', 'Rabossar' y 'Tir de Colom', frente a la entrada principal del Parque Central. Monumento aprobado por unanimidad de la Corporación Municipal en sesión plenaria.
La portavoz del Grupo Municipal Popular, María Villajos, apunta “la importancia de recordar a las víctimas del Terrorismo, acompañarlas en su pesar y hacerles sentir que no están solos”. Para los populares “el terrorismo es una de las mayores lacras y amenazas contra la democracia que ha sufrido y continúa padeciendo el Estado Español y la sociedad no puede olvidar a aquellos que fueron asesinados o mutilados por la sinrazón del terrorismo, venga éste de donde venga”.
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