Mónica Oltra. Los grandes titulares de la noche electoral en la Comunitat Valenciana son que el PP perderá las principales instituciones valencianas, Compromís es el vencedor moral y los socialistas caen a nivel autonómico pero recuperarán decenas de alcaldías gracias a pactos con Compromís y otras formaciones, aunque logra también resultados históricos en municipios como Mislata o Quart de Poblet.
El Parlamento autonómico cambia radical. El PP no podrá seguir gobernando, ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos, al perder 24 diputados de los 55 que tenía. El PSPV-PSOE pierde 10 y se queda con 23, pero Ximo Puig podría ser presidente de la Generalitat o tener un puesto relevante en el nuevo Consell gracias a un pacto con los 19 diputados de Compromís, que experimenta un espectacular crecimiento respecto a 2011 y Podemos, que entra con menos fuerza de la prevista, pero los 13 escaños son suficientes para configurar una mayoría de izquierdas.
Ciudadanos logra también 13 diputados y con este resultado sólo puede aspirar a crecer desde la oposición.
El castigo a la corrupción no es cuestión exclusiva del Parlamento valenciano, sino que el PP ha perdido prácticamente todo su poder institucional que tenía hasta la fecha, pudiendo perder las tres Diputaciones -Alicante y Valencia, seguro-, y las grandes ciudades, entre ellas Valencia, donde Rita Barberá no podrá gobernan ni con el apoyo de Ciudadanos, al sumar PP (10) y el partido de Fernando Giner (6), uno menos de la mayoría absoluta. De nuevo en Valencia el gran triunfador es Compromís, al subir hasta 9 concejales y convertirse en la segunda fuerza política. Ciudadanos es tercera, el PSPV-PSOE de Joan Calabuig es cuarta con sólo 5 concejales y València en Comú, la marca de Podemos, entra con 3. EU, como sucede en les Corts Valencianes, se queda fuera del Consistorio.
En el caso de Valencia, Barberá anunció que intentaría un pacto de Estado, que incluiría a Ciudadanos y socialistas, para evitar que los nacionalistas entren en el poder, pero Calabuig en su primera declaración negó esta posibilidad y avanzó que apoyaría a Compromís.
El PP abandonará la Generalitat, donde gobernaba desde 1995 gracias al pacto PP-UV y desde 1999 con mayoría absoluta, mientras Rita Barberá dejará de ser alcaldesa tras llegar al poder en 1991 con el pacto con UV y desde 1995 con mayoría absoluta.
El PP también perderá Castellón, pese a ser la fuerza más votada, con 8 concejales, insuficientes para pactar con los 5 de Ciudadanos. Los 6 del PSPV, los 4 de Compromís y los 4 de Castelló en Moviment, suman la mayoría absoluta.
En la ciudad de Alicante, el PP también es el más votado. Consigue también 8, que se antojan insuficientes para mantener la vara de mando, pues debería pactar con Ciudadanos, con el que suma 14, uno menos que los que sumarían los 6 del PSPV-PSOE, los 6 de GA:AC y los 3 de Compromís.
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