El Palmar apuesta por el turismo y la habitabilidad

El Palmar es una pedanía de la ciudad de Valencia ubicada en el parque natural de l’Albufera. Ocupa casi 24 kilómetros cuadrados y tiene 750 vecinos, de los que un centenar son niños, que acuden a la escuela pedánea. Su principal fuente de ingresos es el sector hostelero, pues cuenta con un total de 32 restaurantes, la mayoría de ellos especializados en arroces y otros platos valencianos.  Es un lugar representativo de la historia valenciana, en el que no hace tantos años la pesca y el cultivo de arroz eran actividades prioritarias. Las barracas jalonan las calles y se encuentra rodeada de campos y acequias y el lago de l’Albufera. Ubicada en una isla conectada por pequeños puentes, este lugar fue el escenario de la novela ‘Cañas y barro’ de Vicente Blasco Ibáñez. Un paraje inolvidable para visitar pero también un lugar para vivir. 

En las últimas elecciones se produjo un cambio político y entró en la Alcaldía Raquel Romero, de Compromís, que asegura que “estaba todo por hacer” y se ha puesto manos a la obra. 

Tiene una larga lista de acciones a realizar para que El Palmar sea un pueblo con servicios, buena conexión con Valencia, vida social y cultural, atención sanitaria regular y accesible, entre otras. Su máxima es que El Palmar no sea sólo un lugar al que acuda el turismo si no también “un buen pueblo para vivir”, dice Romero.

Una de sus primeros logros ha sido conseguir una línea de autobús regular, aunque “queremos que aumente la frecuencia”, asegura a este periódico la alcaldesa de El Palmar. 

Además, desde el Ayuntamiento ya se está trabajando para fomentar el asociacionismo, democratizar el acceso al Consistorio, activar las instalaciones y los eventos deportivos, como por ejemplo la pilota valenciana que se jugará una vez al mes en la calle Albufera, mejorar la señalización viaria, reponer el mobiliario urbano (papeleras, bancos y contenedores), remodelar parques e instalar aparatos biosaludables, activación de la Agencia de Desarrollo Local, mejora en la limpieza de calles, acequias y jardines, iluminar la entrada del pueblo, fomentar la cultura, atención de Servicios Sociales en el Ayuntamiento cada 15 días, distribución participativa del presupuesto municipal (13.071,55 euros) y gestiones con la Conselleria de Educación, con las que han conseguido transporte escolar y un comedor gratuito para los alumnos que estará en marcha a partir del próximo curso. 

Transporte y sanidad

Entre las iniciativas y peticiones en las que se sigue trabajando destacan conseguir el aumento de la frecuencia de paso del autobús público, para lo que han propuesta una línea directa, aumentar la frecuencia ambulatoria, sobre todo el servicio de pediatría y de la ambulancia, de la que piden un servicio de 24 horas compartido con otras dos pedanías, eliminar los vertederos ilegales, mediar con el Ayuntamiento por la regularización de sillas y mesas de las terrazas de los restaurantes para conseguir homogeneidad estética, conseguir una alternativa de senda que una El Palmar y El Perellonet, estudiar la posibilidad de instalar una fuente en el parque Jesuset de l’Hort, crear un espacio multiusos para las asociaciones (banda de música, falla, vecinos, etc) y actividades culturales y “muchas más cosas que quedan por hacer e iremos consiguiendo poco a poco. Con voluntad por parte de todos lo conseguiremos”, asegura la primera edil, Raquel Romero.  Uno de los problemas de este municipio es el del aparcamiento para vehículos ya que no cuentan con extensión para crear una zona habilitada y, durante los fines de semana y festivos, “el tráfico rodado es un problema en las calles”, añade la alcaldesa. 

Su dependencia del Ayuntamiento de Valencia limita sus acciones si bien no frena las ganas de trabajar de la alcaldesa y de las asociaciones. 

Una de las entidades más activa es la Asociación de Hosteleros de El Palmar que organiza el concurso anual de All i Pebre para profesionales que concentra en la población a miles de personas.

L’HORTA SUD EN L’ALBUFERA