Juan Vicente Pérez.
Un año más, el clima
político en nuestra Comunitat alcanza su cénit con el Debate de
Política General, que este martes día 23 de octubre, en pleno
cambio de estación, se materializó con una puesta en escena potente
y verosímil por parte del President Fabra. Hoy en día, la
demoscopia no se cansa de advertir en sus múltiples sondeos, que la
ciudadanía está harta de promesas incumplidas, y que la desafección
ciudadana viene dada en mayor medida por esa falta de credibilidad de
una clase política a la que ven como principal culpable de todos los
males bíblicos que nos azotan.
El PPCV necesitaba
reencontrarse con su relato, sumergirse en esas ideas fuerza que
revisten de coherencia, responsabilidad y esperanza un mensaje
debilitado por demasiados vaivenes mediáticos que han marcado la
agenda de los populares estos últimos años. La necesidad de
encontrar una buena historia, un mensaje potente y verosímil con el
que empoderar a una ciudadanía incrédula y reticente era más
necesario que nunca en la antesala de una cita electoral que se
presenta como la batalla de todas las batallas.
En
marketing, el storytelling busca interconexionar
emocionalmente al cliente, buscando una empatía que garantice el
objetivo final creándole sensaciones positivas. Y en ese sentido, El
President Fabra ha sabido articular un discurso cuyos contenidos ha
ido desglosando a golpe de yunque desde el estrado del Parlamento
valenciano. Coherencia y fortaleza han marcado una intervención que
no ha pasado inadvertida para los analistas. El President ha
profundizado en el valor diferenciador de la marca PPCV, un
referente, una garantía y una apuesta segura en estos momentos en
los cuales la Comunitat Valenciana está liderando la salida de la
crisis.
Un discurso centrado en
las personas, dirigido al ciudadano de a pie, a todos aquellos que
con su esfuerzo, sacrificio y constancia ayudan a construir día a
día un espacio común de convivencia en esta magnífica y
privilegiada tierra de la Comunitat Valenciana.
Una apuesta por la
economía familiar, anunciando una rebaja de los impuestos para
aliviar sus cargas. Un objetico prioritario en el Empleo para todos
los colectivos, porque todos son necesarios para la recuperación. Un
compromiso con los más desfavorecidos, porque ellos han sido los más
golpeados por la crisis.
Una apuesta sin
precedentes por una Sanidad pública, sostenible y de calidad. Una
misión ineludible por la mejora de la calidad educativa como bastión
una juventud que tiene que creer en sus posibilidades. Un impulso de
las infraestructuras productivas, con el anuncio del Triple Frente
Mediterráneo para garantizar y potenciar los pilares de nuestro
crecimiento. Un paquete de medidas para nuestras empresas y
emprendedores. Una decidida apuesta y defensa de nuestra agricultura.
La potenciación de la excelencia de nuestro turismo como sector
estratégico.
Una defensa a ultranza de
nuestra reivindicación hídrica, garantizando un agua de calidad y
reclamando ese PHN que la demagogia derogó unilateralmente. Una
apuesta por la seguridad y la mejora de las dotaciones judiciales
para garantizar ese marco de convivencia de una sociedad cada vez más
compleja.
Y por último, una
defensa a ultranza de nuestras señas de identidad, de defensa de
nuestro territorio, de reivindicación de lo propio que nos hace
diferentes, orgullosos y partícipes de una Historia común. Y la
mayor apuesta que ningún gobierno ha establecido para garantizar una
profunda regeneración democrática.
Un discurso puesto en
valor por un President de la Generalitat que “cree” y “confía”
en que los sacrificios demandados a los ciudadanos no han caído en
saco roto. Hemos pasado lo peor, y la indignación debe dar paso a la
confianza y a la esperanza. Estamos mejor que hace un año, de eso no
hay ninguna duda. Por ello, juntemos nuestros esfuerzos para seguir
así
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