El objetivo del campamento es “servir a los demás y especialmente en los más débiles, donde se ve el rostro de Jesucristo”, ha apuntado Bou.
Igualmente, para la realización del campamento, la organización ha solicitado becas y ayudas para los discapacitados “ya que muchas familias no pueden costearlo”. Precisamente, el pasado año pudo realizarse el campamento “gracias a una aportación mínima de los familiares de los participantes y, sobre todo, a través de donaciones de diferentes personas”.
“Una de las cosas más importantes que descubrimos y queremos destacar es la comunión entre todos los carismas eclesiales que participamos”: la Familia Consolación, formada por laicos que anuncian a Jesucristo a los que padecen cualquier necesidad; la comunidad de Fe y Luz Valencia, que centra su labor en familias con hijos que tienen discapacidad intelectual; el Cottolengo del Padre Alegre de Valencia, que acoge a personas con discapacidad; además del Seminario Metropolitano “La Inmaculada” y voluntarios que proceden de diferentes parroquias”, ha añadido.
La primera edición del campamento `Anawin´ nació por iniciativa de Carlos Bou, y de los seminaristas Camilo Ruiz y Jorge López, todos ellos con familiares con discapacidad, así como de Amparo Gozálvez, laica del movimiento de la Consolación. Además, cuenta con la colaboración de voluntarios de este movimiento, de la asociación `Fe y luz´ y del Cottolengo del Padre Alegre.