El
gobierno de Mislata ha respondido a la nota de prensa enviada por el
grupo municipal de Compromís sobre la resolución del Síndic de
Greuges a las cinco denuncias presentadas por su portavoz, Javier
Gil, sobre la regulación y el funcionamiento de las sesiones
plenarias de la Corporación Municipal. En dicho escrito, el Síndic
de Greuges rechaza las denuncias de ilegalidad, da la razón al
Ayuntamiento tras las alegaciones de la Secretaría Municipal i
constata la legalidad de los cinco hechos denunciados por Compromís.
Por
todo ello, la portavoz municipal, Mª Luisa Martínez, considera
"inaudito" la manipulación de un informe que resulta
"demoledor para Compromís, porque tumba sus cinco denuncias de
ilegalidad, para atacar al gobierno socialista". El informe del
síndic, revela Martínez, no habla de ninguna vulneración de
derechos, más bien al contrario, y lo único que "recomienda"
es un acuerdo entre grupos políticos si se quiere cambiar el tiempo
destinado a los ruegos y preguntas. En este sentido, la portavoz
muestra su disposición de negociar cualquier aspecto del Reglamento
Orgánico Municipal -"cuando corresponda, no cuando interese
políticamente"-, pero recuerda al portavoz de Compromís que
"las mentiras y las falsas acusaciones no son la mejor manera de
iniciar un diálogo para llegar a acuerdos".
El
primer hecho que Compromís de Mislata denuncia a la Sindicatura fue
la no convocatoria de la sesión plenaria de enero de 2016, porque en
aquel momento no había asuntos pendientes de aprobación y porque
además estaba prevista la celebración de una sesión extraordinaria
días después para aprobar los presupuestos. Sobre este hecho, el
Síndic de Greuges reconoce que "no fue una decisión unilateral
de la alcaldía, sino que existía un acuerdo unánime de los
portavoces de los grupos municipales, por lo que no es posible
considerar un abuso de autoridad o mala fe".
La
segunda denuncia de Compromís estaba referida a la circunstancia de
levantar la sesión pasadas las doce de la noche, sin haber llegado
al turno de ruegos y preguntas. En este sentido, el Síndic cita
textualmente el Real Decreto 2568/1986 del Reglamento de
Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las
Corporaciones Locales: "Toda sesión tendrá que respetar el
principio de unidad del acto y se procurará que acabe el mismo día
de inicio. Si éste acabara sin que se hayan debatido todos los
puntos del orden del día, el presidente podrá levantar la sesión.
En este caso, los asuntos no debatidos se incluirán en el siguiente
orden del día". Por tanto, concluye el Síndic de Greuges, "el
alcalde-presidente está facultado para levantar la sesión si ésta
se prolonga más allá de las doce de la noche".
La
tercera denuncia de ilegalidad se refería al cambio del día y hora
de celebración del pleno de julio de 2016, que tuvo lugar el día 17
en lugar del último jueves de mes. El Síndic dice que "el
acuerdo que establece la periodicidad de las sesiones ordinarias no
crea derechos subjetivos y puede modificarse o revocarse", como
así se hizo, aprobando una propuesta de modificación para el caso
concreto de este pleno. Además, el informe del Síndic reconoce que
"consta que dicha modificación se informó previamente en la
Junta de Portavoces y se aprobó en el Pleno" y además recuerda
que la modificación de la fecha "no implicó un incumplimiento
de la periodicidad de las sesiones".
La
cuarta denuncia pedía que se permitiera la participación de los
vecinos en el Pleno. Sobre esta cuestión, el Síndic recuerda que la
ley "impide la intervención del público durante las sesiones
plenarias y que la posibilidad de aceptar turnos de palabra al
finalizar la sesión no es obligatoria, sino que es decisión de cada
Corporación". En el caso de Mislata, como reconoce el informe,
"la participación del público al finalizar la sesión ya se
permite y está regulada en el artículo 72.4 del ROM".
La
quinta denuncia es la referida a la limitación temporal del tiempo
de ruegos y preguntas. El Reglamento Orgánico Municipal de Mislata
establece dos minutos para formular el ruego o la pregunta, un máximo
de una por concejal y de cinco por grupo. Sobre esta cuestión,
vuelve a constatar la competencia de las Corporaciones para regular
el funcionamiento de sus sesiones plenarias y añade que "sería
interesante" que los grupos políticos llegaran a un acuerdo
sobre el tiempo necesario para hacer un ruego o una pregunta, y que
número se considera adecuado, no entrando en ninguna otra
valoración. No obstante, recuerda la portavoz a Compromís, "estas
cuestiones se debaten en el primer pleno de la legislatura y el
acuerdo en este punto fue unánime".
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