Distinciones de la jornada. EPDA
Visita a los algarrobos de Llíria. EPDA El
algarrobo es un árbol de tradición, estamos acostumbrados a verlo
en los campos prelitorales y en el secano valencianos y desde hace
unos años se reivindica también como un cultivo de futuro y
posibilidades. Llíria ha sido la sede de la VI Jornada de Fomento y
Mejora del Cultivo del Algarrobo: un día de ponencias, degustación
de productos y visitas a parcelas de algarrobos que se celebra desde
2013 en diferentes puntos del Mediterráneo español y que cada
edición consigue reunir más asistentes y despertar mayor interés.
Esta
vez, organizada por Empresas Innovadoras de la Garrofa (EiG), el
Ayuntamiento de Llíria, la Mancomunidad Camp de Túria y la
Conselleria de Agricultura, la jornada reunió a 140 asistentes
interesados en conocer más sobre productividad del cultivo,
financiación agrícola, aplicaciones nutricionales, valor
medioambiental…. del algarrobo y de su fruta, la algarroba (o
garrofa), que desde siempre se ha asociado a tiempos de escasez o a
alimentación animal, pero que, por el contrario, poco a poco va
desvelando al mundo potentes beneficios nutricionales (beneficiosa
para diabéticos, aporte de fibra, sustituto de endulzantes, lucha
contra el colesterol…) e interesantes aplicaciones a la
gastronomía. La degustación de productos dulces y salados y de
bebidas hechos con algarroba fue también uno de los puntos fuertes
de esta jornada: ensaimada de Mallorca con crema dulce de garrofa,
chocolates, bizcochos, licores y cerveza… La algarroba tiene muchas
posibilidades de uso en repostería y en la cocina y así lo
comprueban quienes asisten a estas jornadas. A esta sexta cita
acudieron la presidenta de la Mancomunidad Camp de Túria María
Dolores Celda, el secretario autonómico de Agricultura, Francisco
Rodríguez, el concejal de Medio Ambiente de Llíria Francesc Josep
Fombuena y el alcalde de Llíria, Manuel Civera. La cita acabó con
una visita a dos parcelas experimentales que EiG tiene en Marines, en
las que estudia el rendimiento de ciertas variedades, la forma de
cultivo e injerto y los cuidados que más pueden ayudar a un campo de
algarrobos a dar una productividad rentable para el productor.
El
algarrobo está despertando mucho interés, también, en cuanto a la
aportación medioambiental que realiza en las zonas en las que se
planta. Un árbol con gran capacidad para retener CO2; un cultivo
capaz de crear pequeñas dehesas y microclimas a su alrededor; su
poder de arraigo, que hace que sea muy útil a la hora de sujetar la
tierra en la que se planta, o su figura como barrera contra incendios
son puntos que se le empiezan a reconocer al algarrobo y que empiezan
a formar parte de muchos proyectos y estudios científicos.
Empresas
Innovadoras de la Garrofa es una asociación nacional que organiza
anualmente, con la ayuda de instituciones públicas, estas jornadas
para difundir el proyecto I+D de la asociación y revalorizar este
cultivo y sus frutos en el mercado.
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