Monitores del comedor social de Puçol. EPDA
El lunes 22 de junio comenzó a funcionar el
comedor social de verano en el colegio público La Milotxa de Puçol, con 32 alumnos de 3
a 16 años que ya están recibiendo la beca de comedor a lo largo del curso
escolar a cargo de la Consellería de Educación. Además del espacio, cercano y adaptado
a sus necesidades, el proyecto incorpora novedades destinadas a garantizar la
correcta nutrición de los vecinos participantes.
El comedor social de verano nació hace dos
veranos como una iniciativa de la Diputación de Valencia para garantizar al
menos una comida a menores en situación de riesgo. Puçol se sumó al proyecto
con actividades lúdicas y deportivas en el polideportivo municipal, lugar donde
también se realizaba la comida del mediodía.
En su
tercera edición, quien se hace cargo del comedor de verano es la Consellería de
Bienestar Social y desde el Ayuntamiento de Puçol se han tomado medidas para
garantizar no sólo una comida, sino la correcta
nutrición de los 32 participantes, además de elegir un comedor escolar, el
de La Milotxa, más cercano y mejor acondicionado para atender a los menores.
“Tenemos obligación de cubrir las necesidades
básicas, qué menos”, explica Mar
Mazo, concejal de Servicios Sociales. “Por
eso no les proporcionamos una comida, sino tres: la del mediodía en La Milotxa,
la merienda y un almuerzo para la mañana siguiente, que se lo toman mientras
asisten a alguna actividad lúdica o deportiva”.
Y es
que además de la nutrición, desde el Área de Bienestar Social se han ocupado de
inscribirlos durante el mes de julio en un campus
deportivo o en la Escola d’estiu, para que su integración social sea
completa. Una novedad que se une a la búsqueda activa de empleo por parte de sus
padres, a través de los cursos que imparte la Agencia de Colocación de Puçol,
como complemento a la tarea que se realiza con sus hijos.
Por
último, el menú que se les proporciona cada día está elaborado siguiendo las
directrices de la Guía de Comedores Escolares elaborada por la Consellería de
Sanidad con el asesoramiento de expertos dietistas.
Se
trata, en definitiva, de cubrir las necesidades básicas con las máximas
garantías de calidad.
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