Dos de los vecinos que acudieron, Carmelo Quevedo y José Manuel Gándara. FOTO P. V.El pleno de Canet llegaba el jueves vacío de contenido hasta que llegó el turno de los vecinos. Allí, una representación de los propietarios de 42 viviendas de la calle Vicente Andrés Estellés y adyacentes, que sufrieron grietas tras unas obras en sus proximidades, arrancó un compromiso del equipo de gobierno (PP-Mingarro) para encontrar una solución, después de dos años reivindicándola. Tras la intervención de dos portavoces de los afectados -José Manuel Gándara y Carmelo Quevedo-, el concejal de Urbanismo, Jaime Llinares, en un tono conciliador, invitó a los vecinos a reunirse próximamente con concejales y técnicos para analizar la situación y darle una solución.
Gándara explicó a los concejales que las grietas aparecieron en todas las viviendas a partir del año 2008, después de que una apisonadora de gran tonelaje -de las que se utilizan en aeropuertos y autopistas-. ''Las grietas no son por la mala construcción de las viviendas. La mía la compré en el año 2000 y las grietas surgieron en el verano del 2008. Grietas propias sólo de terremotos o una gran vibración. Ahora hay grietas de dos milímetros y se puede venir el forjado abajo. En el escrito de reclamación se dice que no existe una patología clara. Sí está clara: hay grietas. Y también hay un culpable: o el constructor que hizo las viviendas o el agente urbanizador. Pero hablamos de cuatro calles y todas comenzaron a tener grietas en el 2008. A partir de ahí comenzaron las quejas y me sorprende que se haga el ridículo con el informe técnico'', señaló, para añadir: ''El techo del garaje parece un puzzle y los pilares están partidos por la mitad''.
Por todo ello, solicitó al equipo de gobierno a aclarar en qué se basa el informe municipal -que establece que no se pueden establecer las causas de las grietas- para asegurar que se desconoce la patología.
El concejal de Urbanismo, Jaime Llinares, se comprometió, por su parte,
a mantener una reunión con los vecinos y los técnicos para encontrar
una solución a sus reivindicaciones.
El alcalde, Leandro Benito, se limitó a decir en un primer momento que ''el arquitecto hace un informe y nosotros damos validez al informe de nuestros técnicos''.
En ese punto intervino otro de los afectados, Carmelo Quevedo, quien pidió que cumplan cuanto antes el compromiso de reunirse con los vecinos y exigió la rápida anulación del acta, ''pues tiene un plazo y hay que presentar ya un recurso de reposición''. Quevedo agradeció el apoyo realizado por el portavoz del PSPV-PSOE y ex alcalde, Octavio Herranz, tanto en el pleno municipal, como en este tiempo desde que aparecieron las grietas y también reconoció el compromiso del concejal Jaime Llinares de reunirse con los vecinos. Al alcalde le recordó que los vecinos habían presentado 4 escritos y que no habían tenido respuesta por parte del Consistorio y aunque el alcalde intentó justificar esto, advirtiendo que la administración pública no tiene por qué contestar a todos los escritos, finalmente el pleno terminó con el compromiso de Leandro Benito y Jaime Llinares.
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