Juan Carlos Requena.
Tras la anunciada renuncia de Alfredo
Castello a la alcaldía de Sagunto me sorprende ver la cantidad de alabanzas y
peloteos que está recibiendo en prensa y en redes sociales, dotándolo del
título honorifico de “mejor Alcalde de Sagunto de toda la historia”, algo que
en mi opinión dista mucho de la realidad.
Castello y su PP seguramente no habrán
hecho todo mal, pero en sus espaldas quedara para siempre la mayor época de
inestabilidad política de nuestro municipio. No ha sido capaz en2 legislaturas
de llegar a un acuerdo con ninguna formación política, a excepción de los pocos
meses de pacto con SP , pacto del cual aun no nos hemos recuperado y del cual
seguimos sufriendo reveses judiciales vinculados a problemas urbanísticos.
Siempre ha gobernado en minoría y sobre todo en esta legislatura donde no ha
sido capaz de aprobar ni tan siquiera un simple presupuesto municipal, Sagunto
debe ser la única población de todo el estado que sigue funcionando con un
presupuesto prorrogado nada y nada menos que desde 2009. La principal función
de un “buen” Alcalde es dotar a su Ayuntamiento de la estabilidad política y
económica necesaria para ejecutar con normalidad su programa electoral, algo
que aquí no ha ocurrido. En Sagunto el PP ha gobernado desde la Junta de
Gobierno y siempre desoyendo la voluntad de Pleno, es decir omitiendo la
voluntad política de la mayoría del municipio. Hay que recordar que la
oposición suma 16 Concejales frente a los 9 del PP.
Es de risa ver como ahora el PP se
enorgullece de los planes de empleo y los utiliza como su principal arma frente
a la ciudadanía, me resulta imposible contar la cantidad de fotos que se
publican a diario visitando obras. Y digo que es de risa, porque hay que
recordar que el primer plan de empleo que se presento en este municipio hace
ahora tres años lo presento el PSOE y no salió adelante porque el PP no quiso,
y hay que recordar que los planes de empleo que si han salido adelante no lo
han hecho por voluntad del PP, lo han hecho porque no han sido capaces de
pararlos, porque realmente aunque ahora se aprovechen de ellos no se los creen.
Gobernar en minoría, sin presupuesto y
apropiándose de las ideas de otros no da para ser declarado “mejor Alcalde de
Sagunto de toda la historia”.
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