El
pleno del Ayuntamiento de Moncada, celebrado ayer, aprobó la modificación
puntual nº 11 del Plan General de Ordenación Urbana con los votos a favor del
grupo popular. Por su parte el grupo socialista se manifestó en contra y
Compromís se abstuvo en una votación que supone una amplia reforma del texto
que rige la plantificación urbanística en el municipio.
Del
PGOU, que data de 1989, se han cambiado alrededor de 90 normas con el fin de subsanar
las que están obsoletas, dotar de uniformidad estética a algunas zonas del
casco urbano, simplificar la norma y también modificar normas contradictorias. Además
también se pretende dar por primera vez regulación y limitación a la
implantación de antenas de telefonía móvil, “estableciendo criterios de
distancia y seguridad para los vecinos, puesto que es un tema que ha creado
cierta alarma entre la población” según expresó el edil de urbanismo durante su
intervención.
En
esta línea cabe apuntar que ayer mismo se retiraba una antena de telefonía
móvil situada en las inmediaciones del colegio público Doctor Vicente Trenco,
una reivindicación de los padres y madres del alumnado que con el respaldo de la
edil de educación se ha llevado a cabo. Así y con la aprobación del punto se
evitará que las empresas de telefonía puedan implantar sus antenas en cualquier
espacio del casco urbano ya que ahora este aspecto vendrá regulado y encaminado
a la protección de los colectivos más sensibles, situándolas a una distancia
mínima de 200m.
Al
hilo de este punto la portavoz socialista, Concha Andrés, se refirió a un
aspecto ya propuesto por su grupo y que consistía en la constitución de una
comisión de técnicos del municipio que estudiara la regulación de instalaciones
de telefonía móvil en la ciudad. Cuestión que sorprendió el alcalde Medina que
lamentó “que ahora se preocupe de la regulación de las antenas cuando durante
su mandato pasó por alto este aspecto”.
Favoreciendo
la creación de negocios y la generación de empleo
Además
con esta rectificación se flexibilizan normas que rigen las compatibilidades
entre el uso comercial y residencial con la intención de reactivar la economía
local. Así, a las compatibilidades de residencial y comercial se añade una
rebaja al número de metros exigidos para construir una vivienda en determinadas
parcelas. Por ejemplo, antes para construir en Masías se exigía un mínimo de
400m², y con la revisión aprobada el mínimo pasa a ser de 300m².
Entre
otros aspectos, con esta modificación se pretende facilitar el acceso a la
vivienda con la construcción de viviendas unifamiliares más pequeñas y
asequibles que también puedan destinarse a viviendas de promoción pública.
La
revisión de las normas urbanísticas también permitirá que los vecinos que
tengan plantas bajas puedan convertirlas en locales comerciales, encaminándose
a la creación de negocios y consiguiente generación de empleo, y también a la
inversa; que los propietarios de locales comerciales puedan convertirlos en
viviendas.
Entre
otros aspectos el cambio también contempla la adaptación a las normativas
vigentes en el plano estatal y autonómico y una nueva regulación para zonas
como el casco urbano de San Isidro de Benagéber. Tal y como apuntó el edil de
urbanismo “el objetivo es unificar aspectos estéticos que respeten la
arquitectura original y mantengan una misma línea paisajística”.
Por
último Botella manifestó que “nos hubiera gustado realizar una revisión completa
del Plan General, sin embargo la situación de las arcas municipales y las
necesidades prioritarias que debemos atender nos hacen dejar al margen este
proyecto e ir modificando puntualmente el PGOU”.
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