Enrique Rubio entregando el premio a Emilio Calatayud. FOTO EPDA
“La sentencia
que más me duele dictar es condenar a chavales a aprender a leer y escribir. A
sacarse por castigo la enseñanza obligatoria… Con el tiempo, también es verdad
que es la que más me agradecen”. Son las palabras de Emilio Calatayud, el Juez
de Menores más conocido de nuestro país y último galardonado por el Premio
Fundación Cuadernos Rubio. Se trata de un reconocimiento con el que se ha
querido homenajear su trayectoria, marcada por el afán de darles una segunda
oportunidad a los jóvenes que han pasado por su tribunal, a través de
sentencias en las que la educación “por castigo” es la gran protagonista.
El magistrado, que tras más de 30
años de carrera se ha convertido en un auténtico referente por su dedicación a
la prevención de la delincuencia juvenil, ha recogido esta distinción y ha
puesto el broche de oro a una jornada íntegramente dedicada a la problemática
del acoso escolar. Una cita que ha logrado congregar a una quincena de expertos
en tratar situaciones de bullying, ante una audiencia de más de 250
personas compuesta, en su mayoría, por educadores, pedagogos y especialistas en
educación. De hecho, el propio juez Calatayud ha sido el protagonista de la
ponencia de clausura, en la que ha expuesto su experiencia haciendo de los
juzgados un lugar para la reinserción, y donde a su juicio resulta vital ir más
allá del simple castigo penal.
En el acoso escolar, muchas
veces llegamos tarde
“El acoso escolar es un problema
y la gente se está sensibilizando cada vez más, pero siguen sin denunciarse
muchísimos casos porque se tapan, entre los propios chavales y, en ocasiones,
por los propios centros escolares. Muchas veces llegamos tarde, ya que cuando
la justicia puede intervenir el menor ha cumplido los 14 años y las situaciones
de este tipo se pueden ver a partir de los ocho años. A estas edades no puede
intervenir los jueces, sino la educación de los colegios y las familias”, ha
explicado el magistrado, quien también ha querido destacar la importancia de
iniciativas como la impulsada por RUBIO: “Este tipo de jornadas son
fundamentales, no solo por el conocimiento que aportan, sino por su labor de
sensibilización con la sociedad. Cuando tratamos con menores, no solo debemos
ser especialistas, sino que también debemos ser sensibles ante sus problemas”.
En esta línea, Enrique Rubio,
presidente de la Fundación Cuadernos Rubio, ha resaltado la necesidad de
“visibilizar el acoso escolar, porque nunca se trata de casos aislados, sino de
situaciones que golpean a la sociedad en su conjunto, y que afectan a todas las
personas que se encuentra alrededor de la víctima: padres, compañeros,
profesores…”. Igualmente, el también director general de la conocida firma
editorial RUBIO, ha puesto en valor “la constante labor y esfuerzo de Emilio
Calatayud en hacer que sus sentencias se conviertan en auténticos puntos de
inflexión para los menores, haciendo del aprendizaje su principal herramienta”.
La IV edición de los Premios
Fundación Cuadernos Rubio ha vuelto a mostrarse como una auténtica referencia en
el ámbito de la educación y la labor social, plenamente consolidado entre la
comunidad educativa y la sociedad civil. Anteriormente, figuras como el
ilustrador Paco Roca, el escritor Leopoldo Abadía o el periodista Vicente Pérez
López, padre de un niño con necesidades educativas especiales para quien desarrolló
un sistema de comunicación alternativo, fueron los
encargados de recoger este galardón.
Fundación Cuadernos Rubio es
una entidad sin ánimo de lucro de carácter educativo, cultural y solidario.
Creada en 2008 por la familia fundadora de la conocida empresa de los cuadernos
didácticos Rubio, la Fundación desarrolla una intensa actividad centrada en el
fomento del aprendizaje infantil y adulto, la integración de diferentes
colectivos sociales y la transmisión de valores éticos desde edades tempranas.
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