Leopoldo Bernabeu A partes iguales entre difícil e interesante, es el camino que una
pléyade de gladiadores ha recorrido hasta llegar al estigma de su primera
hipérbole en defensa de la democracia. Un entusiasta grupo de personas de toda
España han conseguido lo más complicado, unirse en torno a un proyecto
incipiente y decidir cómo quieren que crezca, superando los peores augurios de
aquellos que lo veían muerto antes de ver la luz. Pues como si de un embarazo
se tratase, un embrión que empezó a crecer en el seno de nuestra nación hace
ahora nueve meses, empezará a respirar su consolidación este próximo fin de
semana en el más adecuado hospital de este país, la capital de España, lugar
escogido para alumbrar un nuevo proyecto político que, como en las buenas
películas, ha generado suspense desde el primer minuto y deja un final con buen
sabor de boca.
El Congreso de Contigo Somos Democracia pondrá los puntos, las comas y los
acentos en todos los lugares necesarios para establecer un recto camino a
seguir en defensa de los intereses, sentimientos y necesidades de muchos
millones de huérfanos españoles, gracias al ímpetu de unos cuantos de ellos que
no se conforman con lo que ven y mucho menos con la desidia y el deterioro
moral que el poder establecido les muestra a diario.
No ha sido un camino fácil, ¿qué mujer no ha sufrido y disfrutado a partes
iguales un embarazo? Este bebé que ahora nace, es el fruto de muchas horas de
esfuerzo e ilusión que unos cuántos e ilusionados padres decidieron empezar a
dar forma allá por el mes de abril, tras conseguir superar horas de zozobra que
persiguieron desde fuera su estigma de alma Ciudadana traicionada, y que hasta
el último minuto ha inoculado su pertinaz veneno desde la Ribera.
Mientras toda España se sigue debatiendo entre buenos y malos, entre falsos
constitucionalistas que quieren destruir la Constitución, y separatistas que
quieren destruir la nación, un inteligente ejército de hombres y mujeres,
armados con los mejores argumentos que da el prestigio y solidez de cuarenta
años de democracia y bienestar social, llevan meses luchando por consolidarse
como proyecto político, teniendo como principal objetivo el poner en solfa la
necesidad del urgente inicio de una segunda Transición, luchando a la vez por
hacerse creer y por darse a conocer. España les necesita y ellos así lo han
entendido. La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana. Lo saben y
lo asumen, dilatada experiencia política hay en muchos de sus rostros. Conocen
los riesgos, pero los sobrepasan con creces las virtudes.
Nueve meses después, con sigilo y paso firme, son ya una realidad en 13
Comunidades Autónomas, más del 50% de las provincias españolas, mil afiliados
de cuota y dos mil más que les alientan desde su inicial Plataforma. Este
próximo fin de semana y con más de 200 Compromisarios de toda España, afrontan
con ánimo y cautela, martillo y cincel, el alumbramiento de su primer y más
importante manuscrito, su hoja de ruta, la que entienden será en pocos meses,
el ideario político que marcará el destino de esta necesitada nación. Una
España que funciona y muy bien a pesar de su paupérrima clase política. Pero
una España también que para muchos sigue siendo un todo que representa sentimientos
de arraigo tan fuertes que se hace imprescindible defender, pues no sólo de pan
vive el hombre, ni estos están dispuestos a seguir soportando un escarnio tan
extendido y consentido. Difícil tarea. ¿Quién dijo que fuera a ser fácil?
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