Ramón Orozco San Antonio de Benagéber tiene los presupuestos municipales prorrogados ¡desde 2013! Esperamos que durante 2018, por fin, el gobierno proponga unos presupuestos. Y que lo haga cuanto antes porque ya llegamos muy tarde. Volveremos a empezar otro año sin presupuestos nuevos. Los presupuestos son la expresión económica del proyecto para el pueblo. Y sin éstos no puede haber proyecto municipal.
Lo presupuestado en 2013 dista mucha de la realidad de 2018. La población ha crecido un 20%. Y al haber mayores ingresos que los presupuestados se genera un superávit de carácter estructural.
Esperamos que en 2018 haya presupuestos y propondremos quese destinen mayores partidas a temas muy necesarios. Desde el agua municipal hasta la limpieza de calles, pasando por ayudas a las personas, jardines, control de plagas, carril bici, ayudas a asociaciones, cultura, etc... Y que no se genere un superávit tan amplio, un 28% del presupuesto de 2013, mientras se limitan los gastos. Esto es consecuencia de no estar ajustados ingresos reales y gastos necesarios de unos presupuestos tan desfasados.
El gobierno municipal está en minoría. Es el camino que eligió. Lleva toda la legislatura sin proponer presupuestos pero confiamos en que este año los presente al pleno. Aunque ya sea tarde. Porque resulta difícil de explicar que tras varios años de gobierno nunca se hayan presentado, cuando los anteriores prorrogados son de 2013...
Con unos presupuestos nuevos podríamos adecuar en qué gastar y podríamos, por ejemplo, reflejar las bonificaciones del IBI por tener instalaciones solares térmicas o eléctricas. Y no haría falta tener en el cajón esa ordenanza, no sea que la ciudadanía se entere y solicite la bonificación… Porque en 2018 esperamos que el gobierno publique en la web municipal las ordenanzas. Todas. Por fin. Como se aprobó en pleno hace tiempo.
Y así también podríamos planificar mejor las cuantiosas subvenciones de la Diputación y Generalitat (cerca de 1 millón de euros desde que empezó la legislatura). Y la ciudadanía podría decidir en qué gastar aquellas en aquellas subvenciones que lo permitan. Y así el aprovechamiento de la subvención sería de todos y para todos.
Además se solucionaría ese superávit estructural, incoherente con las necesidades del gasto. Y como los técnicos nos han dicho que no es obligatorio amortizar deuda anticipadamente- a pesar de Montoro, su regla del gasto y su artículo 135 de la Constitución española- la ciudadanía de nuestro pueblo podría disfrutar de mejores servicios municipales. Se los merecen. ¡Feliz presupuesto 2018, si por fin llega!
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