José Salvador Murgui.
Tengo un amigo
taxista que a veces me encuentro con él en Valencia, y pasamos largos ratos
hablando mientras está en la cola de la parada, esperando a que los clientes se
suban para hacer la carrera, a veces les digo a los longevos clientes que
sube, “ale que suerte tiene de encontrar tan buen taxista”, y la cosa acaba
como un sainete, suben al taxi, se va el vehículo, el taxista y los clientes, y
hasta una nueva ocasión.
Soy un
enamorado del transporte público, por seguridad, por precio y por
colaborar con el pequeño empresario del taxi. Hay veces que los trayectos se me
hacen cortos por las amenas conversaciones que discurren entre el taxista y un
servidor, pero siempre me prenda subir en este medio de locomoción porque sus
conductores son al igual pozos de sabiduría como ejemplos de discreción.
Hoy ese
colectivo de buenas personas, amables, serviciales y cumplidas, han
tomado la ciudad. Hoy han dicho en Valencia “hasta aquí llegó la riada” y han
salido a la calle, los taxistas de Valencia y los otras ciudades que han venido
ejemplarmente a acompañarles.
La protesta pretende exigir a la
Generalitat y al Ayuntamiento de Valencia que no permitan esta situación de
abandono y quiebra en la que se encuentra el sector y que les lleva a pensar
que "puede existir una situación de prevaricación a favor de otras
empresas de transporte y de empresas hoteleras", según su escrito
presentado ante la Delegación del Gobierno.
El presidente de la Federación Sindical
del Taxi de Valencia y Provincia,Fernando del Molino, ha explicado a EFE que tienen
"centenares de reivindicaciones", pero las más importantes son la
retirada de licencias y una regulación más efectiva del sector que equipare
oferta y demanda. "Sospechosamente, siempre hay intereses ajenos al taxi
que salen beneficiados y al taxi no se le tiene en cuenta", ha añadido Del
Molino.
Ayer y hoy en Madrid hablando en el Debate
del Estado, que ya no hay corrupción, que se castiga a los corruptos, que
la crisis es historia, que las medidas son las adecuadas, y que esto es una
maravilla…. Y hoy los taxis nos paralizan el mundo, y exigiendo al
Ayuntamiento, Generalitat y Delegación, que no permitan la
quiebra del sectoryque se controle que pueda existir una presunta
situación de prevaricación, según manifestaciones fundadas.
¿Aún estamos en temas y situaciones
como prevaricación y quiebra? ¡Si eso ya es historia! (según nos dicen)
¡Valientes los taxistas de tomar la calle! Sensato el Presidente de la
Federación Sindical, de decir la verdad públicamente, y honrados los compañeros
que desde otras Comunidades se han solidarizado con el sector.
Pero hay algo que sigue sin cuadrarme de
éste episodio, si tan bien lo estamos haciendo, y los temores han desparecido,
¿por qué se genera esta problemática ahora y no se solucionó antes?
Pensándolo fríamente porque los interlocutores no miraban la bajada de bandera
del taxi, miraban hacia otro lado para avanzar velozmente en otras direcciones.
Por tanto señoras y señores taxistas, para
que no quiebre su empresa, los visos de corrupción se tiñan de legalidad
y con los taxis puedan avanzar, ya saben en quien no han de confiar. Ustedes
son un colectivo como decía antes grande, serio y honrado, no dejen que nadie ni
nada les pise su trabajo que honradamente ejercen, nosotros los ciudadanos que
gozamos con el servicio público, los necesitamos como son: atentos y
serviciales; y una sugerencia económica: si todo esto les sale bien,
podían rebajar esos cuatro euros de tarifa inicial… igual tenían más clientes.
Enhorabuena por hacer oír su voz.
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