Imagen del libro de Antonia Navarrete ¡Pues sí, hoy me ha tocado a mí!
ser valiente y ser audaz,
para poder sobrevivir
a este terrible huracán.
¡Tan fácil no le será!
seré su peor rival,
y dejaré en el olvido
a este dolor infernal.
Seré ese hierro que mata
a quien me quiera dañar,
sacaré todas mis garras
y lucharé hasta el final.
¡Uníos todos, amigos!
Venid conmigo a luchar,
iremos contra el destino
con el afán de ganar.
¡Ya se pasó la tormenta!
ya se marchó a otro lugar,
al no encontrarme dispuesta
a marchitarme en el mar.
Ahora que ya se ha ido
sé que puedo descansar,
muy felizmente en mi nido
libre de ese gavilán.
CON CARIÑO A LOS QUE LUCHAMOS
TODO SERÁ UN MAL SUEÑO
¡Habla de noches inciertas!
del mal que esconde tu pecho,
cuando recorren las venas
a veces crueles goteros.
¡Cuéntame tus inquietudes!
cuéntame todos tus miedos,
no quiero que de mí dudes
y me cuentes tus desvelos.
¡Amiga, dale la espalda!
que al final se aburrirá,
al verte fuerte y erguida
ese mal se marchará.
Uniremos nuestras fuerzas,
luchemos hasta el final,
por verte amiga curada,
y sin miedo a naufragar.
¿Ves como valió tu empeño?
¡Hiciste bien en luchar!
Ya todo será un mal sueño,
ya se fue la tempestad.
¡Ya lo conseguiste, amiga!
Tu fuerza pudo con él,
le ganaste la batalla
al no dejarte vencer.
CON CARIÑO A LA MUJER LUCHADORA
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