Isabel Bonig: ''El PP valenciano ha demostrado ser combativo con el Gobierno del Titànic''

Acaba de cumplir un año al frente de la dirección regional del PP valenciano. ¿Cuál es el balance?
Es un balance bastante positivo. Como dije en la Convención Nacional del PP en Sevilla, cogimos un PP en la Comunitat Valenciana en julio de 2015 después de ser el más votado, pero tras perder un gran poder territorial. Era un gran reto, algunos decían que era un ‘marrón’, y estoy bastante contenta. Teníamos muchas cosas que hacer. Se ha mantenido la estructura, nos recuperamos en las elecciones generales y hemos hecho una oposición que pocos imaginábamos que haríamos. El balance, en definitiva, es muy positivo, pero queda mucho por hacer.


¿No cree que le ha quedado pendiente una renovación fuerte en la provincia de Valencia y la capital valenciana, donde hay dos gestoras?
Evidentemente, sí. Hemos hecho una reforma regional, también en Castellón y Alicante, así como ahora en Nuevas Generaciones. La asignatura pendiente es Valencia y la provincia. Se decidió que era mejor una gestora. A un año de las elecciones no era conveniente celebrar congresos. Vivimos un nuevo escenario político, de manera que los partidos que antes se adapten, conseguirán mejorar los resultados. El PP asume la importancia de conectar con la gente, no sólo con los militantes. Estamos trabajando para recuperar las instituciones, siendo el partido más votado y formar gobierno. Creo que es más importante salir fuera de las sedes, reteniendo a los nuestros pero sumando a más gente. Las cuestiones internas nos preocupan mucho, pero hay que salir más fuera.


¿No cree que esto lastra las opciones de recuperación de poder municipal del PP, teniendo en cuenta que el partido carece de dos estructuras orgánicas tan importantes?
Creo que no. En el PP se ha producido algo que hace años era inconcebible. Por primera vez, los presidentes de las diputaciones de Castellón y Alicante no son los presidentes del partido. Esto era inimabinable hasta ahora. Se trata de una nueva fórmula que está dando muy buen resultado. El partido se ha hecho grande porque ha sumado a muchísima gente y todo el mundo es fundamental. Entramos en un nuevo escenario político. Hay que insistir en que hay gestoras con gente que está trabajando y eso es lo importante. La vida interna es fundamental, pero las elecciones se ganan ilusionando a mucha gente que no está afiliada. La política se hace en la calle. Desde el Ayuntamiento, Eusebio (Monzó) y Luis (Santamaría) en la gestora de Valencia se está trabajando mucho. Siempre hay alguien del PP reuniéndose con asociaciones de la ciudad y dando respuesta a sus reivindicaciones.


En la capital valenciana, ¿cuándo elegirán al candidato o candidata y por qué tardan tanto?
En la Convención de Sevilla, María Dolores de Cospedal, secretaria general, dijo que sería pronto. Madrid y Valencia se elegirán a la vez. Creo que hay que tener tranquilidad. Hay gente que dice que cuanto antes mejor y otros que después. El partido tiene sus momentos. Se está trabajando, ahí están Luis Santamaría y Eusebio Monzó. Todas las semanas hay reuniones con los distritos, coletivos, afiliados, ruedas de prensa. Hay presencia del PP en la sociedad. Eso es bueno, que se vea al PP como un equipo. El equipo es fundamental, después vendrá la persona, pero el líder consigue más si tiene un buen equipo detrás.
Tras la ‘espantada’ de Esteban González Pons, ¿el candidato será Luis Santamaría, María José Catalá, Juan Carlos Morague o algún mirlo blanco?
El PP tiene banquillo. Hay gente con una dilatada trayectoria, otros con menos tiempo, gente independiente. Eso es bueno, que haya gente que conozca el partido y nuevas incorporaciones, sobre todo ahora que la política está tan desprestigiada. Siempre digo que todas son magníficas, pero el PP elegirá a la mejor persona para ganar la alcaldía de Valencia.


¿Cree factible recuperar el gobierno de la Generalitat Valenciana?
Nosotros tenemos muchas aspiraciones. Hay partido. El Gobierno del Titànic pensaba que después de tanto tiempo, el PP se estaría matando y no sabría hacer oposición. Pero hemos demostrado ser un partido combativo y hemos realizado una oposición que no imaginaban que seríamos capaces de hacer. La situación política es muy volátil, pero hay partido. No hay nada decidido y la campaña será básica y fundamental, en la que esperamos confrontar proyectos. En este caso, el PP gana de calle.


A nivel comarcal y municipal, ¿tienen aspiraciones a recuperar poder local tras el varapalo en 2015?
El PP está trabajando en eso, en recuperar muchas alcaldías. En 2015 el PP ganó a nivel autonómico y en muchas localidades también, pero distintos pactos de perdedores relegó al PP a la oposición, como en Gandia o Torrevieja, donde obtuvimos casi la mayoría absoluta. El PP trabaja para ganar en muchos Ayuntamientos, mantener las Diputaciones de Alicante y Castellón y recuperar la de Valencia, que es posible. Se pueden comparar ya los gobiernos del PP con el resto. Y Alicante es el paradigma. En la segundad ciudad de la Comunitat Valenciana, los partidos del cambio han fracasado y Gabriel Echávarri ha tenido que dimitir por sus corruptelas y abuso de poder, según recoge el auto del juez, perjudicando a los ciudadanos. Los gobiernos del cambio han sido un gran fraude.


¿Habrá mucha renovación y caras nuevas?
Habrá renovación en unos casos y continuidad en otros. El PP es el partido más grande de España, con gente con experiencia y gente nueva. Es una organización en continuo movimiento. En nuestro partido tenemos gente con experiencia y gente nueva, jóvenes, con hambre de ganar, que es fundamental. La diferencia con otros partidos es que no tienen estructura. En el Partido Socialista no se ha producido renovación, salvo en algún Ayuntamiento, ahí está Puig que estaba ya con Joan Lerma. Compromís no tiene experiencia de gobierno y también se nota en los Ayuntamientos y la Generalitat Valenciana.


‘‘El Botànic se caracteriza por su mucho sectarismo y poca gestión’’


La corrupción le ha pasado factura al PP valenciano. ¿Cree que ya está amortizada o aún le queda travesía en el desierto?
La corrupción ha hecho muchísimo daño y ha pasado factura. Cuando no estás en el gobierno, castiga más al que está. Hemos tomado medidas, hemos pedido perdón y es un tema amortizado. Ninguna persona involucrada ocupa cargos en el partido ni en las administraciones. La travesía ya la hemos pasado. Algunos han sido absueltos y otros condenados. La justicia tiene sus tiempos, pero políticamente ya se hizo lo que se tenía que hacer. Ahora hemos puesto el foco en lo que ocupa y preocupa a los valencianos. Sin embargo, Ximo Puig y Mónica Oltra han utilizado la corrupción para tapar la falta de gestión, un gobierno caracterizado por el desempleo, las listas de espera en sanidad y la nefasta política educativa. En eso hay que poner el acento.


¿Qué le hemos hecho los valencianos al Gobierno de Rajoy para ser los peores tratados en los Presupuestos Generales del Estado en 2018?
No diría que somos los peor tratados. Las inversiones han subido más de un 23%, en total 722 millones, algunas básicas para esta comunidad autónoma y el conjunto de España, como el Corredor Mediterráneo, la línea férrea Sagunto-Zaragoza, la culminación del gran eje viario de la A7 o el tema del agua con los trasvases Tajo-Segura. ¿Faltarían cosas? Sí, pero son unos buenos presupuestos para la Comunitat Valenciana. Todo el mundo es responsable de que puedan ser aprobados. Es fundamental el tema de las inversiones sociales, aumentando más de 365 millones para las pensiones, que beneficiará a 626.200 jubilados valencianos; las familiares se beneficiarán de una serie de deducciones, como en tema de discapacidad, guarderías...; se equipararán los salarios de Guardia Civil y Policía Nacional con otras fuerzas autonómicas.


¿Qué le parece la gestión del Botànic?
La definiría con dos ideas: mucho sectarismo, mucha ideología y poca gestión. Hay una clarísima hoja de ruta para trasladar el proceso de separación catalán a la Comunitat Valenciana, que está definida desde hace mucho tiempo: la televisión autonómica, el control de los medios de comunicación, el adoctrinamiento político en las aulas y un enemigo común que es el gobierno de Madrid para tapar su nefasta gestión. Con ellos hay menos libertad y se han gastado más de 3.000 millones de euros recibidos del Gobierno de España en tres años en chiringuitos y en una televisión pública que nace para adoctrinar.


¿Y las informaciones sobre la presunta financiación irregular del Bloc y el PSPV en la campaña de 2007?
Parece ser que quien daba tantas lecciones de moral, se financiaba ilegalmente. Por lo que estamos sabiendo por los medios, estaban cogiendo dinero de las arcas públicas para la financiación de los partidos. Pero nosotros, a diferencia de ellos, vamos a esperar a la justicia y a respetar la presunción de inocencia, pero sí pedimos explicaciones políticas. Los que han hecho de la lucha de la corrupción su bandera y ‘leit motiv’, Puig y Oltra, están obligados a dar la cara y explicaciones políticas ya y si van a asumir responsabilidades. Las acusaciones son muy, muy gaves. Puig formaba parte del Partido Socialista y personas de su círculo de confianza están cobrando de la administración.