El parque natural de L'Albufera se dividirá este año
en dos áreas con motivo de la quema de la paja del arroz, en una de
las cuales se podrá proceder a la quema -en función de las
condiciones meteorológicas y de prevención de incendios-, y en la
otra no se podrá quemar en ningún caso.
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Cebrián ha destacado que son conscientes
de que no pueden "prohibir al cien por cien" la quema de
la paja del arroz, pues podría conllevar problemas de sanidad
vegetal y de falta de oxígeno en el agua.
Ha recordado que
el año pasado se estableció un calendario de quemas, pero cuando
se hizo balance de la campaña se comprobó que había sido
"bastante complicado" cumplirlo para los agricultores, y
por eso este año, tras un proceso participativo, se ha adoptado
esta medida, cuyos detalles se presentarán en breve.
Según
ha indicado, han comprobado que es necesario dar un mayor
acompañamiento a los agricultores en este proceso, y por eso están
elaborando una "guía de buenas prácticas" sobre las
condiciones en que potencialmente se puede quemar la paja.
Ha
admitido que cada otoño se encuentran con la problemática de qué
hacer con la quema de la paja de los arrozales, por las molestias
que crea a los ciudadanos de la ciudad de València y las
localidades de alrededor de L'Albufera, y por su impacto directo en
la calidad del aire.
La consellera ha recordado que se
trabaja para ofrecer alternativas en el uso de la paja del arroz que
permitan evitar las quemas, pues no existe una solución "única
ni fácil" ni "milagrosa" que permita acabar con el
problema, sino que hace falta "una combinación de
proyectos".
Cebrián ha citado el proyecto conjunto con
el Ayuntamiento de València y Mercavalencia para hacer compostaje
con los residuos orgánicos de este centro agroalimentario y la paja
del arroz, o iniciativas como utilizar esa paja como cama para el
ganado, e incluso para hacer fallas.
Ha destacado que el
principal problema es el "elevado" coste del empacado y el
transporte de la paja desde los campos de arroz, y por ello la
Conselleria ha establecido una línea económica para retirar la
paja de la zona donde no se permitirá quemar este año y ponerla a
disposición de los "usos alternativos".