La Diputación de Valencia concede a la parroquia de "La Purísima Concepción" de Quart de Poblet 15.000 euros para su restauración

La subvención será utilizada para el tratamiento general de los xilófagos en el templo

Tal como figura en el B.O.P (con fecha 3 de Julio de 2015, decreto número 06336), la Diputación de Valencia ha concedido a la parroquia de “La Purísima Concepción” de Quart de Poblet una subvención de 15.000 euros para restauración de elementos lígneos en el templo parroquial.

Este histórico templo fue ya objeto de una restauración general en los años 1980-90. En aquella ocasión se intervino en la cubierta, el campanario, las campanas y se procedió a la limpieza y consolidación del retablo del altar mayor y en la capilla de la Comunión. Es en el año 2013 cuando se detecta una preocupante presencia de xilófagos en algunas zonas del templo, encargándose un estudio global a una empresa especializada para el adecuado conocimiento de la situación real de todos los elementos de madera que forman parte del templo. A la luz de este estudio, se solicitó en junio de 2014 a la Diputación de Valencia la adjudicación de una de las subvenciones anuales previstas para la conservación y restauración de los bienes inmuebles de la provincia de Valencia que posean valores históricos, artísticos o de interés local; como es el caso de este templo. La subvención será utilizada para el tratamiento general de los xilófagos en el templo junto a acciones específicas en espacios más concretos como el órgano, los confesionarios o el altar mayor, entre otros, además de la restauración del mueble-cajonera de la sacristía, el portón lateral y algunos bancos.

La parroquia de “La Purísima Concepción” de Quart de Poblet es titular y por ello garante de una parte significativa del patrimonio religioso, histórico, artístico, cultural y sentimental de este pueblo; a cuyo servicio y disfrute público siempre ha estado este patrimonio material y espiritual, desde hace siglos, y también ahora. Por ello, para la parroquia (además de sus posibilidades económicas generadas básicamente por las aportaciones de sus feligreses para toda la tarea religiosa y pastoral, de cuidado patrimonial, caritativa y social que realiza la Iglesia de modo habitual) es de lógica responsabilidad social también solicitar adecuadamente la concesión de las pertinentes ayudas previstas legalmente en nuestro ordenamiento democrático por las instituciones civiles -sea en el ámbito estatal, autonómico, regional o municipal- destinadas al cuidado de ese bien patrimonial con valores históricos, artísticos o de interés local.

Un bien común y una responsabilidad social, tanto a nivel eclesial como civil, ante las generaciones pasadas que lo hicieron posible y nos lo transmitieron, ante las generaciones presentes que lo utilizamos en muchos y diversos momentos y debemos coherentemente cuidar, y ante las generaciones futuras para que también lo puedan disfrutar y contemplar con sano orgullo como parte esencial de la historia, identidad y vida de este pueblo que será el suyo.