Concierto en la catedral de València. EPDA La Catedral de Valencia acogió ayer un concierto a beneficio de la Fundación
Mare de Déu dels Innocents i Desamparats (MAIDES), dedicada a la
atención integral de personas con enfermedad mental crónica y que
se encuentran en situación de pobreza y exclusión social.En
el concierto, organizado por la
Corte de Honor de la Virgen de los Desamparados, actuaron la
Orquestra Societat Musical d´Alboraia, la Coral Renàixer de
Vilamarxant, y el Coro Lex et Gaudium del Ilustre Colegio de Abogados
de Valencia, que interpretaron "Requiem en Re menor KV 626" de
W. A. Mozart (1756-1791)
La
Fundación MAIDES cuenta con dos viviendas tuteladas -´Vilablanca`,
para hombres, y ´Vilafarell`, para mujeres-, con 7 plazas cada una,
en las que presta atención a los enfermos mentales durante las 24
horas del día todos los días del año.
Para los usuarios que
han conseguido el alta terapéutica en las "vilas", la fundación
ofrece el Programa de Acompañamiento Domiciliario (PAD), que incluye
las denominadas "unidades de convivencia", para grupos de 2 ó 3
personas, que viven de forma autónoma supervisadas por un educador,
y la vivienda tutelada de promoción de la autonomía "Siquem",
que funciona como puente entre las vilas y el PAD. Además, también
se realiza un Acompañamiento de Baja Intensidad a personas que han
pasado por las "vilas" pero que, por diversas causas, no han
accedido al programa PAD.
Además, la Fundación MAIDES puso
en marcha el año pasado el Programa de Atención Comunitaria (PAC)
para la ayuda y visita de personas que sufren enfermedad mental
grave, estables, y que carecen de apoyos y recursos económicos en
sus propios domicilios. El objetivo es crear una "red social de
apoyo" para estas personas, en riesgo de exclusión social o
aislamiento, que viven en sus domicilios particulares y que, de este
modo, pueden recibir el acompañamiento de un educador y de personas
voluntarias.
La fundación fue constituida como fundación
canónica en 2008 por la Archicofradía de Nuestra Señora de los
Desamparados, Cáritas Diocesana y los Seguidores de la Virgen, con
el objetivo de continuar la labor de estas entidades iniciada, en el
caso de la Archicofradía, hace más de 600 años.
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