Jorge Rodríguez y Toni Gaspar. La
Diputació de València ha cerrado el ejercicio de 2017 con un
resultado presupuestario de 34.215.159,17 euros. Una liquidación
positiva, con un “mal llamado” superávit, según explica el
diputado de Hacienda, Toni Gaspar, que se destinará, “como
siempre”, a los ayuntamientos, “aunque aún falta saber de qué
manera, a la espera de que Montoro se pronuncie acerca de cómo se
puede gastar ese dinero”.
La
liquidación presupuestaria de este año significa, además, el
inicio de una nueva etapa: la Diputació dejará de estar sujeta al
control de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal
(AIReF). “Hemos cumplido todos y cada uno de los objetivos del Plan
Económico Financiero (PEF), lo que significa que este 2018 dejamos
de estar sujetos a este tipo de planes”, ha subrayado Gaspar en
defensa de la responsabilidad y la autonomía de la corporación
provincial.
Los
buenos resultados en las cuentas anuales de la Diputació han sido
posibles porque se ha producido un aumento de ingresos que ha venido
acompañado por una contención del gasto. “Estamos amortizando la
deuda, lo que se traduce en una disminución del pago de intereses”,
describe el diputado, quien también hace hincapié en esa mayor
participación en impuestos del Estado, principal fuente de ingresos
de la corporación. “Si el Estado recauda más, nosotros ingresamos
más”.
Agilidad
en el reparto de ayudas
La
gestión de la Diputació ha permitido obtener este ‘superávit’
sin incrementar las tasas (al contrario, se han bajado, por ejemplo,
las tasas de la gestión tributaria que se presta a los
ayuntamientos), y sin recortar las ayudas que llegan a los municipios
a través de los diferentes planes provinciales. Este 2018, además,
“todas las convocatorias habrán salido en el primer trimestre del
año, lo que permitirá una mayor agilidad a la hora de hacer llegar
los recursos a todos los municipios de la provincia”.
Este
cambio se produce tras un año de intenso trabajo llevado a cabo
desde el área de Hacienda que ha desembocado en el primer Plan
Estratégico de Subvenciones de la Diputació de València, un
‘catálogo’ de ayudas que facilitará que, a partir de ahora, en
los tres primeros meses del año esté “prácticamente todo el
dinero inyectado”.
Reducción
de la deuda
Por
otro lado, la Diputació de València ha reducido en 2017 su deuda en
un 15,95% respecto al anterior ejercicio, cinco veces más que la
media de las administraciones locales de toda España, donde se
incluyen las diputaciones, grandes áreas metropolitanas y más de
8.000 ayuntamientos. De los 396 millones de euros de reducción de la
deuda pública el pasado año, 30 millones corresponden a la
Diputació, que en el acumulado de 2016 y 2017 ha reducido su deuda
un 26%, pasando de 214,5 a 158,7 millones de euros, un descenso muy
significativo en las cifras globales de la reducción de la deuda
pública estatal.
En
palabras del presidente de la Diputació, Jorge Rodríguez, “por
una parte hemos cuadrado el círculo de la financiación local
duplicando las ayudas regladas y multiplicando la inversión social
en los municipios valencianos, pero al mismo tiempo hemos bajado las
tasas de la gestión tributaria a los ayuntamientos y se ha reducido
de forma considerable la deuda, una reducción muy importante en el
conjunto de las administraciones locales a nivel estatal”.
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