Pablo Seguí en una reunión en Massarrojos. EPDA
La Diputació de València instalará en las
próximas semanas unos semáforos provisionales en la travesía de Massarrojos con
el objetivo de confirmar la idoneidad de abrir un segundo tramo de circulación
alternativa que sirva para distribuir el tráfico en el interior de la población,
lo que permitiría ampliar las aceras en esta zona del municipio, dando
respuesta a una reivindicación vecinal tras 20 años de protestas.
Los semáforos servirán para alternar el paso
de los vehículos en uno y otro sentido, como ya ocurre en el tramo ubicado en
la salida hacia Rocafort, y en el caso de que la prueba se desarrolle según lo
previsto, se procederá a reducir la anchura de la calzada a un solo carril en
la zona central de la travesía, a la altura de la farmacia.
Tal y como ha explicado el diputado de
Carreteras, Pablo Seguí, con esta medida “se podrá ampliar el espacio dedicado
a las aceras en una zona en la que su estrechez dificulta no solo el paso de
los peatones, sino también el acceso a las viviendas en las debidas condiciones
de seguridad, sobre todo para personas con movilidad reducida”.
Para poder llevar a cabo la medida ha sido
necesario esperar a que el Ayuntamiento de València finalizara la reordenación
del tráfico en las calles adyacentes, una actuación que concluye ahora y que
permite que la Diputació pueda iniciar la nueva regulación en pruebas antes de
ponerla en marcha de forma definitiva. Para ello, se estrechará la calzada
mediante separadores móviles y se instalarán unos semáforos provisionales que
regularán la alternancia en el paso de los vehículos, permitiendo ajustar los
tiempos de paso y espera.
Un
proyecto ambicioso
Una vez que finalicen las pruebas y se haya
comprobado la viabilidad de dejar un solo carril de circulación en la travesía
de la CV-308, se llevarán a cabo las obras de ensanchamiento de las aceras. El diputado
ha recordado que esto sería solo una primera fase dentro de un proyecto más
ambicioso que pasa por generar un itinerario alternativo a través del Camí de
Camarena, con lo que se conseguiría que los 9.000 vehículos que circulan de
media por esta vía dejen de atravesar el casco urbano de Massarrojos al contar
con una conexión más directa con la CV-310.
Así, en palabras de Seguí, “la reordenación
del tráfico permitirá solucionar los problemas de seguridad que provoca la
existencia de la travesía”, al mismo tiempo que se pretende llevar a cabo “la
creación de un itinerario alternativo que discurrirá por el Camí de Camarena y
permitirá sacar del casco urbano los 9.000 vehículos que, procedentes de
Moncada y Godella, cruzan diariamente la pedanía en ambos sentidos”.
Se trata de una ambiciosa actuación que
cuenta con el respaldo y la implicación de los ayuntamientos por los que
discurre la CV-308, y en especial, de los ayuntamientos de Valencia y Moncada,
que deberán adquirir los terrenos para poder ampliar la plataforma del camino
en aquellos puntos en los que sea necesario a fin de generar una vía segura,
con doble sentido de circulación y un total de cuatro glorietas que facilitarán
los accesos desde las vías secundarias a lo largo del recorrido.
La Diputación de Valencia ha iniciado ya la
redacción del proyecto de acondicionamiento, cuyo coste se calcula que podría
oscilar entre 1 y 2 millones de euros, cantidad que será asumida por la
institución provincial.
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