JORGE RODRÍGUEZ Y Mª JOSEP AMIGÓ La Diputación de Valencia rescatará
12 millones de euros del remanente de 2015, que podrían haber
acabado en los bancos, y los distribuirá entre los 187 municipios de
menos de 5.000 habitantes de la provincia para que inviertan en sus
necesidades. La Corporación que preside Jorge Rodríguez activa de
esta forma un segundo Plan de Inversiones Sostenibles (IFS) que se
aprobará en el pleno del mes de julio y que refuerza el carácter
decididamente inversor de la institución, volcada en la mejora de la
vida de las personas en los municipios.
En palabras del presidente, Jorge
Rodríguez, “si esta Diputación tiene una razón de ser es mejorar
la vida de la ciudadanía. Debemos actuar con transparencia absoluta
y tener muy claro que el dinero no es de la Diputación, ni de la
Generalitat ni de los ayuntamientos, sino de los ciudadanos, que son
los que pagan impuestos”. En esa misma línea, Rodríguez ha
añadido que la tarea de la Corporación es que el dinero “llegue a
todos en base a criterios objetivos y no discrecionales; quien decide
qué color político gobierna los pueblos son los ciudadanos al votar
y no somos quién para castigar a nadie”.
Por su parte, la vicepresidenta, Maria
Josep Amigó, ha apuntado que “desde la Diputación, como se hace
desde el Consell, apostamos por políticas que rescatan a las
personas y no a los bancos. Muchos municipios, en especial los
pequeños, tienen problemas para prestar los servicios básicos, por
eso se necesitan ayudas justas y dimensionadas que permitan que todo
el mundo tenga los mismos derechos con independencia de la ciudad o
el pueblo en el que se viva, sea más grande o más pequeño. Este
plan permitirá realizar inversiones necesarias en municipios, de
manera que tendrán el doble efecto de mejorar la calidad de vida de
los ciudadanos y liberar recursos públicos municipales”.
Los responsables de la institución
provincial barajan los criterios de distribución de esta nueva línea
de ayudas, que tendrá una parte fija para cada municipio y una
variable en función del número de habitantes. Los cambios de
criterios contables han permitido rescatar estos 12 millones y
destinarlos a inversiones sostenibles, sin costes complementarios,
como ya sucediera en el primer IFS de la nueva Diputación, con una
dotación de 70 millones de euros del remanente de 2014.
La Diputación de
Valencia tiene una situación económica controlada, lo que permite
mantener esa vocación inversora y de atención directa a los
municipios, que no sólo se pone de manifiesto con los 12 millones de
este segundo IFS. A esta partida hay que sumar otros 20 millones de
euros del remanente de 2015 que se están destinando a convenios
singulares con los municipios, de acuerdo con sus necesidades y de
forma coordinada con la Generalitat Valenciana, especialmente en
materia de instalaciones deportivas, bienestar social y proyectos
turísticos.
En total, este año se pondrán en
marcha inversiones por valor de 150 millones de euros, si se suman
estas partidas del remanente al primer IFS, de 70 millones de euros,
el Plan Provincial de Obras y Servicios (PPOS), que ha distribuido 34
millones de euros, y el Plan de Caminos y Viales, con una dotación
de 12 millones.
La Diputación se erige así como una
de las administraciones con mayor capacidad inversora en el
relanzamiento de la actividad económica de las comarcas valencianas,
convirtiéndose los distintos planes en motor de la generación y el
mantenimiento de puestos de trabajo en los municipios. Todas estas
ayudas confluyen bajo la idea de la autonomía municipal, que
refuerza el papel de los alcaldes y alcaldesas a la hora de decidir
en qué se invierten las ayudas de la Diputación.
En este sentido, “se confirma que el
Plan de Inversiones Sostenibles está ayudando a modernizar y poner
al día las infraestructuras de la provincia”, asegura el
presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, que tiene muy clara
la apuesta por “dar el dinero directamente a los municipios y no
canalizarlo a través de planes teledirigidos, que como se está
pudiendo comprobar tenían una dirección equivocada”.
La vicepresidenta, Maria Josep Amigó,
ha añadido que “redistribuir justamente los recursos públicos es
la obligación de cualquier institución, y eso es lo que se está
haciendo. En un año, muchas cosas están cambiando, y la Diputación
de Valencia es una de ellas. De cara a próximos ejercicios
continuaremos profundizando en esta apuesta por los criterios
objetivos y por el trabajo en clave comarcal, siempre escuchando a
los ayuntamientos, que son los que mejor conocen los problemas de
cada municipio”.
Tanto Rodríguez como Amigó coinciden
en que la nueva Diputación va a continuar con esa dinámica
inversora que apuesta por la autonomía de los alcaldes y los
municipios, que son los que mejor conocen las necesidades de los
vecinos. La siguiente fase de esta hoja de ruta será apostar
directamente por las comarcas.
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