Se abren diligencias a instancias de La Unió La Fiscalía Provincial de Castellón ha abierto diligencias de investigación
penal tras la denuncia presentada por LA UNIÓ de Llauradors en relación a la
implantación en el campo de variedades de cítricos procedentes de otros países
-en este caso la Sigal- antes de pasar, supuestamente, los preceptivos
requisitos de análisis y saneamiento en el centro de referencia español en
cítricos, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA).
La Fiscalía indica que tras la denuncia de LA UNIÓ de fecha 22.12.17 se han
incoado Diligencias a en virtud de lo dispuesto en los artículos 773.2 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal.
LA UNIÓ argumentaba en su denuncia que en el sector citrícola se están
adoptando prácticas que podrían vulnerar presuntamente lo establecido en la Ley
43/2002, de 20 de noviembre de sanidad vegetal. Estos hechos, presuntamente
ilícitos, provocan un claro perjuicio a los agricultores que deben pagar
posteriormente elevadas cantidades económicas en concepto de royalties una vez
concedida la licencia de explotación de estas variedades y verse obligados a
regularizar sus plantaciones. Pero sobretodo, LA UNIÓ considera que es un grave
peligro para la sanidad de nuestras explotaciones de cítricos porque son
variedades plantadas sin tener las garantías sanitarias, al no haber pasado la
cuarentena, pudiendo infestar al resto de plantaciones citrícolas con plagas o
enfermedades como por ejemplo el Huanglongbing (HLB) o la Mancha Negra de los
Cítricos. Por todo ello, LA UNIÓ trasladaba los hechos a la Fiscalía “por si
pudiesen ser contrarios a la ley y objeto de investigación por parte de la
misma”.
Los hechos se remontan a enero de 2017 a raíz de una denuncia de LA UNIÓ
sobre la presencia en una parcela del término municipal de Vilavella (Plana
Baixa) de una variedad de mandarina de origen israelí, denominada SIGAL. Tras
las pertinentes gestiones de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y
Pesca, finalmente se emitió una resolución, tras verificarse que efectivamente
que se trataba de la variedad SIGAL, el 14 de junio de ese mismo año, por la
que se adoptan las medidas fitosanitarias contempladas en la normativa y se
ordenaba la destrucción de las plantaciones.
LA UNIÓ considera este caso de la plantación de Sigal descubierta en la
Vilavella como ejemplo de lo que está sucediendo en España e indica que seguirá
trabajando para denunciar estos hechos con el objetivo de evitar la entrada de
plagas en nuestro territorio.
Ahora, de nuevo, LA UNIÓ ha trasladado otras denuncias de plantaciones
supuestamente ilegales de Sigal que han sido plantadas anteriormente al
saneamiento de esta variedad por parte del IVIA que recientemente ha entregado
el material testado a los viveros autorizados, por lo que es imposible que
estén plantadas en parcelas comerciales.
En este sentido el responsable del sector de
cítricos de LA UNIÓ de Llauradors, Carles Peris, indica que “pretendemos
conocer qué personas o empresas son las responsables de introducir en España
material vegetal sin pasar por los correspondientes trámites de saneamiento
vegetal porque están poniendo en serio riesgo nuestras plantaciones con la
posible entrada de plagas y además suponen un claro agravio comparativo con
otras empresas de variedades que sí cumplen con la legislación en materia de
sanidad vegetal”.
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