La Jerònima Galés desempolva la amurallada València de 1608 La
Societat Bibliogràfica Valenciana Jerònima Galés ha reeditado el conocido como
Plano de Manceli (o Mancelli), el más antiguo que se conserva de la ciudad de
València y que fue elaborado por este italiano natural de Módena en 1608, cien
años antes del que hasta finales de 1980 se consideraba el más antiguo, el del
jesuita Tomás Vicente Tosca, fechado en 1704.
Desconocida su existencia para
eruditos, expertos e instituciones hasta la década de 1980, el plano de Manceli
es aún hoy poco conocido pese a su importancia para la comprensión de la
evolución urbanística de la ciudad en el siglo XVII y a pesar, también, del
hallazgo hace unos años de un segundo ejemplar en la Biblioteca Apostólica
Vaticana de Roma por el profesor Pablo Cisneros.
Siguiendo su objetivo de sacar del
olvido piezas raras de la cartografía, la bibliografía y la imagen gráfica
valenciana, la Jerònima Galés ha editado en facsímil el plano de Manceli. En
total, 200 ejemplares numerados que se repartirán entre los socios e
instituciones tanto valencianas como nacionales para que el documento sea
accesible para toda persona interesada en la cultura y la historia de Valencia.
La Societat Bibliogràfica Valenciana
Jerònima Galés ha organizado una mesa redonda el lunes 20 de noviembre a las 19
horas en la Fundación Bancaja con varios expertos para presentar la
reproducción del plano y conocer la relevancia histórica y cultural de la obra
de Antonio Manceli así como las incógnitas que envuelven no solo la elaboración
del mismo sino su destino durante cuatro siglos y la tardanza en la adquisición
del mismo por el Ayuntamiento de València que lo compró en 2001 por 60.000
euros.
El presidente de la Jerònima Galés,
Rafa Solaz, ha explicado que la Societat se ha decidido por esta reproducción
porque “era un plano no muy conocido y, hasta hace poco, se consideraba
ejemplar único. Posteriormente, se ha descubierto otro en Roma y pensamos que
reproducirlo en papel sería interesante no solo para los socios sino también
para todas las instituciones que quisieran exponerlo físicamente”.
“El plano de Manceli es muy
importante porque estamos hablando de cien años antes de cuando se hizo el del
padre Tosca y contiene información interesantísima como, por ejemplo, la horca
que había en la plaza del Mercado y, sobre todo, se aprecia perfectamente esa
Valencia de principios del siglo XVII con la que se pueden contrastar los
cambios de urbanismo que se produjeron en los siguientes cien años”, relata
Solaz. En ese sentido, el profesor Germán Ramírez apunta que se trata de
un “documento excepcional” ya que “retrata” la Valencia anterior a la expulsión
de la minoría morisca.
Ramírez,
autor del estudio El plano
de València de Antonio Manceli (1608): noticias, vicisitudes y aclaraciones de
un documento excepcional, pero no único, señala que la obra del
italiano “es de gran calidad y fidelidad a la trama urbana y muestra elementos
arquitectónicos que desparecieron hace ya mucho tiempo, entre ellos, varios de
los conventos que tras la guerra contra los franceses o tras la desamortización
(1835-1837) se vaciaron, abandonaron y fueron derribados a lo largo del siglo
XIX para reformas urbanas o abrir plazas”. Un nuevo urbanismo que comenzó ya a
lo largo del siglo XVII sobre la tupida red de calles y callejuelas de la
Valencia medieval, reflejada por Manceli en su plano de 1608.
El plano se titula Nobilis ac
Regia Civitas Vaentiae in Hispania (Noble y Real ciudad de Valencia en
España), título que figura en la cartelera o filacteria superior del plano. Lo
forman dos hojas grabadas y unidas, por lo que hubo dos planchas para su
impresión. Ambas hojas forman una lámina de 49,7x77,6 cm. Va fechado en
Valencia a 28 de agosto de 1608, contiene una dedicatoria al entonces virrey de
Valencia, Luis Carrillo y Toledo, su protector y ejecutor, un año más tarde, de
la expulsión de la minoría morisca del reino de Valencia.
Desconocido y rodeado de incógnitas
El misterio envuelve el plano de Manceli de
cuya existencia no se tuvo conocimiento hasta la década de 1980, algo menos de
cuatro siglos después de que fuera elaborado. Fue en los años 80 del siglo
pasado cuando el arquitecto municipal Emilio Rieta lo compró, al parecer, a un
anticuario. Tras varios intentos y años de negociaciones, finalmente el
Ayuntamiento, en 2001, adquirió la pieza por 60.000 euros y, desde entonces,
está expuesto en el Museo Municipal.
Dónde estuvo oculto el plano sigue siendo
una de las incógnitas que envuelve a esta singular obra cuyo misterio no ha
hecho más que acrecentarse con el descubrimiento del profesor de Historia del
Arte Pablo Cisneros de un segundo ejemplar del plano de Manceli en la
Biblioteca Apostólica Vaticana de Roma, lo que, en su opinión, desbarata la
idea inicial de que el plano fuera una prueba de imprenta y considera factible
que se realizara del mismo una tirada corta.
Varias son también las teorías sobre el
objeto que impulsó a Manceli a levantar este plano de València pues, pese a
existir información detallada sobre periodos de su vida, no hay documentos que
acrediten ni el periodo exacto en el que estuvo en València ni qué lo atrajo a
la ciudad ni, tampoco, a qué se dedicaba. La búsqueda del favor del virrey de
Valencia, muy aficionado a la ciencia y a la cartografía, es uno de los motivos
que apuntan los expertos por los que Manceli podría haber elaborado el plano
aunque nada hay seguro alrededor de esta obra vital para entender la evolución
de la ciudad durante el siglo XVII.
Otra incógnita es si realmente existe
conexión entre el plano de Manceli elaborado en 1608 y la expulsión de la
minoría morisca un año después ejecutada por el virrey Luis Carrillo y Toledo,
protector del autor italiano y a quien este dedicó el plano donde recogió con
todo detalle las calles de una ciudad amurallada de principios del XVII donde
una horca presidía la actual plaza del Mercado.
El
profesor y miembro de la Jerònima Galés Germán Ramírez ha analizado todos los
avances en el estudio
El plano de València de
Antonio Manceli (1608): noticias, vicisitudes y aclaraciones de un documento
excepcional, pero no único publicado en el segundo volumen de
Pasiones
Bibliográficas que edita la Societat y que se puede consultar en el
siguiente enlace:
http://societatbibliograficavalenciana.es/documentos/pasiones2.pdf.
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