Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una
organización criminal, compuesta por ciudadanos brasileños, presuntamente
dedicada a la trata de mujeres de su misma nacionalidad con fines de
explotación sexual. La operación se ha saldado con la detención de cinco
personas y la liberación de tres de sus víctimas. La información obtenida a
través de fuentes policiales y la rápida intervención de los policías ha
impedido, además, la explotación de otras cuatro mujeres que, tras haber sido
captadas por la organización, también iban a ser obligadas a ejercer la
prostitución.
Una información obtenida por los investigadores,
que apuntaba a que una mujer de nacionalidad brasileña podía estar siendo
trasladada contra su voluntad entre dos ciudades del sur de España para ser
explotada sexualmente, fue el detonante de esta investigación que acabaría con
la desarticulación de una red criminal dedicada a la trata de seres humanos con
fines de explotación sexual.
La organización captaba en su país de
origen a mujeres jóvenes en situación de necesidad a través de los familiares o
personas de confianza de los proxenetas. Tras ello, los ahora detenidos
enviaban dinero a Brasil para que los captadores adquiriesen billetes de avión
para las víctimas y sufragasen cualquier otro gasto derivado de su traslado a
España.
Una vez en nuestro país, eran recibidas
por miembros de la organización y trasladadas inmediatamente a diferentes casas
de citas o habitaciones alquiladas al efecto, tanto en España como en Italia.
Cambios
continuos de alojamiento para ofrecer “novedades”
La organización alquilaba pisos y
habitaciones para ofrecer los servicios sexuales de las jóvenes a sus clientes.
Normalmente la duración de los alquileres era bastante corta, entre una semana
y un mes aproximadamente, con lo que las víctimas eran trasladadas
continuamente, habiendo podido constatarse por los investigadores su presencia
en más de veinticinco localidades españolas y al menos en tres poblaciones italianas
diferentes.
Este trasiego continuo de mujeres entre
los distintos pisos que controlaban los detenidos, les permitía poder ofrecer
novedades continuamente a sus clientes, lo que les proporcionaba mayores
beneficios económicos.
Habían
implantado el sistema que denominaban "la caja" para asegurarse la
fidelidad de las víctimas de explotación
Los detenidos utilizaban un sistema al que
denominaban "la caja", según el cual cada persona de la organización,
incluidas las mujeres explotadas, debía ingresar mensualmente una cantidad de
dinero que rondaba los 1.000 euros. De lo aportado recibían una parte previamente
estipulada a modo de ahorro, y este fondo común les permitía costear los
traslados de nuevas víctimas. Además se aseguraban la fidelidad de las víctimas
que ya estaban siendo explotadas al hacerlas partícipes de los beneficios
obtenidos de su trabajo. Si cumplían las condiciones establecidas por los
tratantes, iban restando deudas y más aún si captaban a otras mujeres y se
encargaban de controlarlas. Estas nuevas víctimas eran denominadas en clave por
la propia organización como "florecitas", "hijas" o
"sobrinas" y en ocasiones eran asignadas a las propias víctimas -que
las habían captado previamente- como sus parejas, trabajando juntas en las
mismas habitaciones o casas de citas.
De esta manera iba creciendo
exponencialmente el número de personas bajo el control de la organización y,
por supuesto, los beneficios obtenidos por la misma, pues las víctimas más
antiguas hacían las veces de controladoras de las recién llegadas, no siendo
necesario un número muy elevado de tratantes para mantener todo perfectamente
supervisado. Los agentes calculan que la organización habría explotado a casi
cuarenta mujeres desde que lleva operando.
Cinco
detenciones y tres víctimas liberadas
Finalmente la operación se ha saldado con
la detención de dos personas en Valencia, otras dos en Barcelona y una en San
Sebastián, siendo liberadas tres de sus víctimas. Además, la rápida intervención
de los agentes ha impedido que cuatro víctimas más fueran explotadas por la organización,
al ser detectadas en el momento en el que estaban siendo trasladadas a las
localidades donde iban a ser explotadas.
Los agentes también han llevado a cabo
tres registros domiciliarios, dos en Valencia y uno en la localidad malagueña
de Antequera, en los que se han intervenido siete smartphones, tres ordenadores portátiles y valiosa documentación
relacionada con la explotación de las víctimas, que están siendo analizados por
expertos.
"Con
la trata no hay trato: denúncialo"
Esta operación se enmarca dentro del
Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de
Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013, y que dio lugar a la creación de la
Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría General
de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. Con la puesta en marcha de
este plan, la Policía Nacional activó la línea telefónica 900105090 y el correo
trata@policia.es para
facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de
este tipo de delitos.
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