Estudio de Pérez Arroyo. EPDA El Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat (MuVIM),
dependiente del Área de Cultura de la Diputació de València, rinde un
homenaje a los precursores de la animación valenciana en tiempos de
postguerra. Con la muestra Pioners de l’animació valenciana (1939-199),
el centro expositivo rescata la obra y las aportaciones de figuras
relevantes del cine de animación, tales como Carlos Rigalt, Patricio
Payá o Pérez Arroyo, además de su hijo. Unos autores capaces de generar
una producción propia, innovadora y valiente, que les abrió las puertas
para participar en los programas cortos de la productora CIFESA y su
posterior implicación profesional en dos de las marcas más populares del
cine del juguete, como Jefe y Payá.
"Se trata de un homenaje a aquellas personas que, en un contexto muy
duro y difícil, tuvieron la audacia de constituir una industria del
dibujo animado", ha subrayado Rafel Company, director del museo. Una
historia, en definitiva, "que entronca con la propia historia del MuVIM,
y que toma el testimonio de propuestas precedentes comoStop Motion Don't Stop oValència en Vinyetes".
El responsable de exposiciones del MuVIM, Amador Griñó, ha definido el
montaje instalado en la Sala Parpalló como "la recreación de un
escenario teatral realista característico de una filmación animada", con
el encanto especial "de lo hecho a mano".
Precisamente, de la mano de Raúl González Monaj, comisario de la
exposición, el MuVIM recupera este grupo de pioneros del cine de
animación, mostrando sus creaciones más relevantes con proyecciones,
dibujos, esbozos y materiales utilizados por ellos mismos en los
procesos creativos, repasando también la obra de los creadores que
pudieron servirles de inspiración.
El recorrido expositivo propuesto por el MuVIM muestra los innovadores
trabajos de estos tres pioneros de la animación valenciana, repasando
su propia evolución de la animación y su técnica, el complicado
contexto histórico del momento y la soledad de la periferia valenciana
frente a la potencia barcelonesa, en compañía de los principales
personajes de los animadores, a través cinco secciones diferentes.
De todas ellas destaca un diseño expositivo envolvente con escenografía
que reproduce los diferentes ambientes en que se desarrollaba el proceso
creativo de los cineastas, yendo desde la fase de dibujo a la
proyección y disfrute final.
Las voluntariosas producciones de Carlos Rigalt las realizó acompañado
del fotógrafo José Mª Reyes a instancias y bajo el paraguas del Estudio
de dibujos animados CIFESA, en la que sería su primera y única incursión
en la producción propia animada de la
majorlocal. Rigalt
consiguió sacar adelante algunas de las primeras películas cortas de la
edad de oro de la animación española, aunque no quedó rastro de ninguna
de estas producciones. De él se conservan tres obras acabadas:
Tarde de toros(1939),
Tempranilo hace tarde(1940) y
Riega, que llueve(1941), las cuales se pueden ver en el MuVIM.
La mayor parte del centenar de películas que componían el catálogo de
los Cine Rai de Payá fueron obra de Patricio Payá (Novelda, 1909-1987) y
las realizó entre 1940 y 1944. Se trataba de películas de tan solo un
metro de longitud caracterizadas que, pese al primitivismo del sistema,
cumplieron con creces su cometido evadiendo a varias generaciones de
niños desde sus casas, acompañando a sus protagonistas en las más
disparatadas y surrealistas peripecias con gran sentido del humor.
La serie de Quinito, con siete aventuras, fue el mayor de sus empeños y su último cortometraje,Quinito en sangre torera(1947),
sería reconocido con un segundo premio por el Sindicato Nacional del
Espectáculo, organismo precursor de los Premios Goya.
Desde su propio domicilio y ayudados de su familia (esposa, hijos,
novias de éstos y amigos) Joaquín Pérez Arroyo y su hijo Alberto abordan
desde 1941 de manera autodidacta la realización de nueve cortometrajes y
una pieza documental para lasmajorsCEA y CIFESA, así como de
cuatro anuncios para cines. Con obligatoriedad del NO-DO (enero de
1943), se puso el fin del metraje corto en el Estado español. Un hecho
que llevó a esta familia a iniciar una segunda época adentrándose en el
cine doméstico de juguete. La apuesta en este nuevo nicho será integral y
comprenderá el diseño de proyectores y la realización de películas ex
profeso para los mismos, sumando a la iniciativa a las principales
marcas jugueteras del momento: Payá y Jefe. Vía por la que personajes
como Tom-Mix-Ito, el perro Séneca, Finita o el ya conocido Quinito
llegaron a todos los rincones de los hogares españoles.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia