Carabela portuguesa. EPDA
En el mes de abril, los avistamientos puntuales de
una especie de medusa, la carabela portuguesa, en el Mediterráneo comenzaron a
producirse en el sur de la Comunitat Valenciana y han ido repitiéndose de forma
esporádica en sentido norte. Desde el 1 de julio se tomaron medidas preventivas
en la playa de Puçol: bandera amarilla y bandera de precaución por medusas. El pasado
miércoles 4 de julio, lamentablemente, hubo un incidente con una carabela
portuguesa y se activó inmediatamente el protocolo de seguridad. La normalidad
en nuestra playa ha vuelto, pero las medidas preventivas seguirán en marcha
unos días.
Generalmente,
las medusas de nuestro mar crean escasas molestias. Pero este verano ha cruzado
el estrecho de Gibraltar la carabela
portuguesa, un ejemplar de picaduras más dolorosas, habitual de aguas más
frías y que, presumiblemente, desaparecerá de nuestras costas cuando la
temperatura del agua supere los 25 grados.
«Las primeras medidas han sido de tipo
preventivo y hemos aconsejado suspender las visitas a la playa que tenían
previstas los campus deportivos y la Escola d’Estiu», explica Xavier Alcácer, concejal responsable de
la playa. «Además, tenemos la bandera
amarilla junto a la de medusas de forma permanente; con ella no indicamos que
el agua esté en malas condiciones, sino que hay que estar atentos por si
llegaran medusas a nuestra playa».
Una
bandera que durante la tarde del miércoles
4 fue roja, porque un vecino de la población entró en contacto con una carabela
portuguesa y sus picaduras son más dolorosas que las de otras especies. Se
activó el protocolo para estos casos: atención al vecino afectado, retirada de
la medusa, aviso al 112 y al Seprona.
Se ha
reforzado la vigilancia con la revisión diaria a pie de arena y desde el mar
con vehículo acuático. En caso de no observarse la presencia de ejemplares se
mantienen las banderas amarillas y de
medusas por precaución.
Esperamos
que en unos días desaparezca este contratiempo.
Pero mientras llega ese momento, los servicios de salvamento y socorrismo
seguirán revisando minuciosamente la
arena y el agua antes de colocar la bandera cada mañana, y seguirá siendo
amarilla hasta que la temperatura del agua haya acabado con este tipo de
medusas y no se espere su llegada a nuestras costas.
Si algún
usuario de la playa descubre cualquier tipo de medusa ha de recordar las medidas básicas: no tocarlas ni en el
agua aunque estén muertas en la arena; avisar al socorrista más cercano para
que tomen las medidas oportunas; las zonas junto a espigones pueden ser más
propensas a la presencia de esta especie; y el uso de crema solar y de ropa
ligera ayuda a prevenir picaduras directas en la piel.
Si a pesar
de todo alguien sufre una picadura
debe proceder siguiendo estos consejos: no te rasques, porque aumenta el efecto
molesto; acude inmediatamente ante un socorrista; si esto no es posible, lávate
sólo con agua de mar, no con agua dulce; no eches sobre la herida amoníaco o
vinagre, mejor frío, pero si usas hielo que no sea en contacto directo con la
piel, envuélvelo con un pañuelo o tela; acude al centro de salud si notas
náuseas o ganas de vomitar; y desinfecta la herida varias veces al día con
alcohol yodado.
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