Entrada a la Posada Lindos Sueños, en Cantabria El
Observatorio del Turismo Rural, proyecto liderado por
EscapadaRural.com,
CETT-UB y Netquest ha elaborado un informe que refleja la
estacionalidad del sector. Según la encuesta realizada a más de 2.000
propietarios de alojamientos rurales de todo el país, esta cuestión
preocupa al 52,7% de los mismos. Por otro lado y, teniendo en cuenta las 1.600.000
solicitudes de reserva producidas desde 2012 hasta julio de 2015 a
través de Escapadarural.com, las comunidades más afectadas concentran
más de 4.000 establecimientos que se enfrentan a esta problemática.
Asimismo,
para realizar el análisis se ha tenido en cuenta la lógica de la
antelación en la reserva, que oscila entre los 15 días y el mes,
mostrando cómo existen unos meses que anticipan una ocupación para
fechas clave muy por encima de otras
épocas sin atractivo especial para el viajero. Así, en enero, abril,
mayo, agosto, septiembre y diciembre se registran peores cifras en
cuanto a solicitud de reservas, mientras que en marzo, julio y
noviembre, que coinciden con las fechas previas a Semana Santa, verano y
Fin de Año, se experimenta un incremento notable.
Por
otro lado, el informe detecta una tendencia general ascendente que
apunta a una mejora progresiva de la ocupación a nivel nacional, donde
los crecimientos más significativos se han producido en 2014 y, sobre
todo, en 2015.
Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco entre las más afectadas por la estacionalidad
Las
autonomías del Norte: Asturias, Galicia, Cantabria y País Vasco acusan
una fuerte demanda en la época estival, mientras que el resto del año la
tendencia es a la baja. De los datos se puede extraer que el factor
climático y la procedencia de los viajeros rurales explican esta
situación. Así ocurre en Asturias, donde el principal cliente es
madrileño (91,5%). En consecuencia, la
distancia entre el viajero y el destino “fuerza” estancias más
prolongadas, que lógicamente quedan asociadas a periodos vacacionales
más largos, como son los meses de verano.
Lo
mismo ocurre con Galicia, que sufre una situación complicada en los
meses invernales y su época estrella se limita exclusivamente al verano,
puesto que su principal clientela procede de Madrid y Cataluña.
Sorprende el caso de Cantabria ya que, siendo sus “vecinos” vascos los
principales huéspedes (83,9%), tan solo consigue buenos resultados en la
época estival y no mantiene la demanda el resto del año, a pesar de las
enormes posibilidades de conseguir escapadas de fin de semana.
Por
otro lado, La Rioja, Extremadura y Comunidad Valenciana también se
encuentran entre las que más sufren el problema de la estacionalidad,
logrando escasos resultados en los meses de verano, pero mostrando
ciertas particularidades el resto del año. En el caso de La Rioja existe
en un crecimiento más marcado que en el resto de España en cuanto a las
solicitudes de reservas a partir de septiembre. Según indica Ana
Alonso, Dircom de Escapadarural.com, “ello seguramente se debe al
atractivo propio de la época de vendimia en una tierra tan vinculada a
la eno-gastronomía”. Por su parte, Extremadura cuenta con un pico de
demanda en marzo que el estudio relaciona con la floración del Valle del
Jerte, un acontecimiento de reconocida fama que tiene lugar entre
finales de marzo y principios de abril. Por último, los propietarios
valencianos experimentan una concentración de sus solicitudes de reserva
en el mes de noviembre, mientras que el resto del año se enfrentan a
una escasa demanda. Esta situación se considera consecuencia directa de
su necesidad de competir dentro del propio territorio con otras
alternativas turísticas asociadas al turismo de sol y playa.
Las autonomías menos afectadas por la estacionalidad
En
el otro lado de la balanza, existen comunidades que se caracterizan por
la homogeneidad de los resultados a lo largo del año. Sin embargo, esto
no significa que el balance de su turismo rural sea positivo, sino que,
para bien o para mal, mantienen una tendencia sin cambios considerables
a lo largo de los meses.
Navarra,
uno de los destinos estrella y referente histórico en turismo rural, sí
mantiene buenos datos en cualquier época de año, repuntando en los
meses de marzo y octubre. Asimismo, Andalucía, gracias a su buen clima,
dimensión y variedad de atractivos es una opción que los viajeros
rurales tienen en cuenta durante todo el año.
Por
otro lado, Cataluña también se posiciona entre las comunidades
autónomas con menor estacionalidad y además con excelentes resultados de
enero a diciembre. Aunque en este caso noviembre también aparece como
temporada estrella en solicitud de reservas, se trata de una región que
mantiene un interés continuado y donde el clima suave y la cercanía de
la costa juegan a su favor. A nivel evolutivo, cabe destacar el salto
por encima de las 10.000 solicitudes de reserva en lo que llevamos de
2015.
Por
último, Castilla y León, que tradicionalmente se impone como la
autonomía líder en oferta y demanda en turismo rural, también mantiene
unos resultados similares a lo largo del año. Lo mismo ocurre con su
vecina Castilla-La Mancha, que siendo menos popular como destino, sí que
obtiene unas cifras de solicitudes de reserva similares cada mes.
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