Flora dunar en Puçol. EPDA
Existen ciertas reticencias en cuanto a la
presencia de vegetación dunar en playas urbanas. Sin embargo, la zona dunar de
la playa de Puçol es una barrera de alto valor natural y su presencia garantiza
la conservación de la costa, el paseo o las propias viviendas.
Las
dunas son la primera defensa contra los
temporales con la que cuenta el litoral: las plantas que crecen en ellas
estabilizan la arena y contribuyen a mantener la línea de costa, ya que las raíces
y las ramas son una protección contra la erosión que causan las olas y el
viento. Se trata de especies adaptadas al gran dinamismo de las arenas, a los
escasos nutrientes y las altas temperaturas, radiación y salobridad del suelo.
La presencia de especies únicas de plantas y animales, algunos en peligro de
extinción, añaden todavía más valor a este ecosistema tan vivo.
Según
la época del año y las condiciones climáticas, la vegetación cambia de aspecto.
Aunque, a veces, las plantas presenten un color marrón grisáceo y parezcan
muertas, sus raíces se conservan intactas y la flora renacerá con fuerza cuando
las circunstancias sean más favorables. Los
ecosistemas dunares son una barrera natural
que, lamentablemente, la construcción de urbanizaciones, puertos y paseos
marítimos ha ido destruyendo.
Para
disfrutar y conservar las zonas dunares de Puçol, es posible seguir unas
fáciles pautas que contribuirán a que se pueda seguir contando con estos
importantes espacios —naturales o regenerados— en las playas. Tirar basura en las playas es
algo que debe evitarse a toda costa: el viento arrastra fácilmente los desechos
y quedan atrapados entre la vegetación dunar. Retirarlos manualmente supone un
gran esfuerzo y obliga al personal de limpieza a pisar la zona de protección
dunar, un hecho que afecta negativamente
al crecimiento de las plantas.
La zona
dunar es un refugio para pequeñas aves que, normalmente, construyen sus nidos
directamente sobre la arena. En caso de encontrar uno, se debe evitar tocarlo para no causar interferencias en el ciclo
natural de reproducción de los animales. Tampoco deben ignorarse las balizas
que delimitan la zona de especial protección.
Algunas
especies de flora dunar protegen las semillas con cubiertas punzantes, por lo
que es recomendable caminar por las pasarelas de acceso y no descalzarse hasta
llegar a la orilla para evitar cualquier daño.
La
flora dunar, un ecosistema escaso, supone un recurso muy valioso de nuestra
playa y es responsabilidad de todos los
vecinos velar por su protección. Además, es perfectamente compatible con la
actividad turística de la playa: prueba de ello son los arenales de Elche, El
Saler, Almenara, Castelló o Alcossebre, entre muchos otros.
Desde
el Ayuntamiento de Puçol se ha editado un folleto en el que figuran
recomendaciones a seguir y los beneficios de este tipo de vegetación. “La flora dunar es un recurso de nuestra
playa que resulta vital para proteger nuestras costas, así como para garantizar
la conservación de infraestructuras y viviendas situadas en primera línea”,
destaca Xavier Alcácer, concejal de Playa.
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