Empar Lubre durante la ceremonia Empar Lurbe, jefa del servicio de Pediatría del Hospital General de
Valencia, impulsora de la Unidad contra la Obesidad y el Riesgo
Cardiovascular para niños y adolescentes en este centro, y jefa de grupo
del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Instituto de
Salud Carlos III, ha recibido el nombramiento como nueva socia de honor
de la Sociedad Española de Hipertensión.
Con este nombramiento, que tuvo lugar en el marco de la XXII
Reunión Nacional que se celebró en Madrid, se ha querido reconocer su
labor de investigación, tanto en el ámbito nacional como internacional, y
su dilatada trayectoria profesional. La actividad investigadora,
iniciada en la Universidad de Northwestern en Chicago, ha continuado en
el Consorcio Hospital General de Valencia, en donde las líneas de
investigación desarrolladas abarcan desde aspectos relacionados con los
mecanismos de la enfermedad cardiometabólica y obesidad, así como en la
aplicación de las nuevas tecnologías para el tratamiento de la obesidad
en niños y adolescentes.
Empar Lurbe coordina las Guías Europeas de Hipertensión
Arterial en Niños y Adolescentes, es miembro del comité editorial de
revistas internacionales en las áreas de pediatría e hipertensión y
editora-jefe de Anales de Pediatría, revista científica oficial de la
Asociación Española de Pediatría.
Una visión holística del origen del riesgo cardiometabólico Bajo
este título, Lurbe impartió su conferencia como socia de honor, en la
que hizo referencia a los factores de riesgo genéticos, de estilo de
vida y fetales que interaccionan dando lugar a los procesos que van a
desencadenar las enfermedades cardiometabólicas.
Del mismo modo, expuso la investigación desarrollada por su
grupo, que ha demostrado que los niños con un desarrollo intrauterino
subóptimo tienen valores más elevados de presión arterial, reducción de
la capacidad de excreción renal de sodio, alteraciones del fenotipo
vascular precoz (presión del pulso, variabilidad de la presión arterial,
precocidad en la onda de retorno) y elevación de los valores de
insulina basal.
"Si el desarrollo intrauterino y el crecimiento postnatal son
aspectos críticos en el desarrollo de la enfermedad cardiometabólica,
puede existir una ventana de oportunidad para modificar la programación
de esta enfermedad", destacó esta experta, que añadió que las acciones
"encaminadas a evitar un crecimiento fetal insuficiente irán dirigidas
al cuidado materno, antes y después del embarazo, con una nutrición
adecuada y evitando la exposición a sustancias con potencial toxicidad".
Así pues, las actuaciones postnatales se basarían en asumir que
los niños de con "un desarrollo intrauterino subóptimo tienen ya un
mayor riesgo y, por tanto, debería extremarse la vigilancia en ellos,
previniendo el desarrollo de sobrepeso y reduciendo la ingesta de
sodio", explicó.
Para finalizar, Lurbe hizo referencia a que en el futuro la
adecuada evaluación de estos factores y el mejor conocimiento de los
mecanismos implicados "pueden introducir estrategias de prevención
primaria impensables hasta hace poco", concluyó.
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