La primera auditoría urbanística encargada por el equipo de gobierno de Canet d’En Berenguer, al bufete de abogados Broseta, ha arrojado un resultado dispar. Mientras que en el polígono 13, en la antigua Escuela de Calor, las cosas ‘‘se hicieron razonablemente correctas’’, en las otras dos parecelas estudiadas no sucede lo mismo, con un claro trato de favor a sus dos promotores. Se trata del polígono 20, donde estaba el antiguo camping de Canet, cuyo promotor, Diego Cuadrado, firmó un convenio sin que el Ayuntamiento le obligara a ‘‘cumplir plazos, ni presentó avales, ni garantías’’. El segundo afortunado es Sánchez Amores, quien recibió una pastilla junto al paseo marítimo para construir un hotel pese a que estaba prohibida la ‘‘pernotación y hospedaje’’ en esa zona. Como secretario general que debía velar por la legalidad está el condenado por corrupción José Antonio Sancho Sempere y el gabinete jurídico era el chiringuito del ex secretario, la Academia Valenciana de Juristas. Nadie puso ningún pero. Tampoco los políticos, con Enrique Altabella -Esquerra Unida- como alcalde y Ximo Pons -Compromís- como teniente de alcalde.
SÁNCHEZ AMORES
Uno de los promotores más favorecidos durante una época fue Sánchez Amores, cuyos hijos regentan el Hotel Playa Canet y Juan José Sánchez fue administrador único de Millena III Milenio, una empresa controlada en realidad por Sancho, que llegó a comprar un apartamento en Canet en otra polémica operación.
En este caso, la auditoría revela que el Ayuntamiento dio una concesión por 75 años a 6.000 euros anuales por una parcela situada junto al paseo marítimo -junto al actual restaurante El Sarao-, donde ha estado una conocida terraza de verano y una feria, en lugar del hotel que se tenía que haber construido en 12 meses. Se da la circunstancia de que dicho hotel no se construyó nunca. Era lógico, porque la zona estaba afectada al 90% por la línea marítimo terrestre, que impedía la pernoctación y el hospedaje. Por tanto, se ‘regaló’ una concesión a un promotor para hacer algo que la ley impedía, en una parcela prácticamente en primera línea de playa. Sánchez Amores, primero, y su hijo después, han sido personas próximas a Sancho Sempere. Por todos es conocido que el Hotel Playa Canet ha sido uno de los lugares preferidos para realizar comidas y cenas con empresarios y funcionarios.
SIN PARQUE DE CUADRADO
A otro promotor que le fue muy bien con el equipo de gobierno de izquierdas y Sancho como secretario municipal fue Diego Cuadrado. En el polígono 20, donde estaba el antiguo camping, se hizo un cambio de uso del suelo, pasando de terciario a residencial, mediante un convenio urbanístico que obligaba al promotor a realizar unas inversiones para el disfrute de todos los vecinos y turistas.
Así, el promotor, además de la urbanización, se comprometía a crear una zona deportiva, un parking de dos plantas en el subsuelo y un jardín extraordinario, en la mitad de la parcela, por un valor de 4 millones de euros. El promotor ganaba edificabilidad con 5.000 metros cuadrados techo. ‘‘Llegó la crisis, sólo hizo dos torres de edificios de las 4 proyectas más un hotel y no hizo nada de lo que se había comprometido. Ahora la auditoría ha detectado que el convenio se hizo sin establecer plazos para construir, ni avales, ni ningún tipo de garantía’’, señalan fuentes municipales. El resultado es que no hizo nada, ‘‘pero no pasa nada por lo mal que se hizo en contra de los intereses de Canet d’En Berenguer’’, añaden. Según fuentes municipales, el teniente de alcalde en ese momento era Ximo Pons, actual portavoz de Compromís, quien fue también edil de Urbanismo.
‘‘Cada palo que aguante su vela’’. La frase tan descriptiva fue pronunciada por el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Canet d’En Berenguer, Jaime Llinares, en el pleno municipal en el que se aprobó la realización de auditorías urbanísticas por fases en la localidad, ‘‘para conocer la situación actual y real de cada promoción realizada en la localidad, así como los convenios urbanísticos firmados y las concesiones municipales’’, han explicado fuentes del gobierno local. Las auditorías las está realizando el bufete de Broseta Abogados. De momento, se ha realizado el primero estudio pormenorizado del polígono 13, de la antigua Escuela de Calor; el polígono 20, del antiguo camping de Canet; y el antiguo terreno donde estaba Agua de Menta, detrás de El Sarao. Este año se realizarán otras 6 auditorías más, con un coste para las arcas municipales de 25.000 euros, según han explicado las mismas fuentes. ‘‘Las auditorías urbanísticas estaban en el programa electoral del Partido Popular y la idea es darle un repaso a todo lo que se ha hecho para conocer su situación de manera exhaustiva’’, han explicado fuentes del Partido Popular en declaraciones a El Periódico de Aquí.