Francisco Marhuenda y Eduardo Inda en La Sexta Noche. La política está de moda en
TV. Y si no que se lo digan a La Sexta. Una cadena que ha logrado crear marca
hablando de rifirrafes políticos y corrupción, algo que abunda desgraciadamente
en España. Si antes lo que más se
llevaba eran los tertulianos de corazón, ahora mandan los de política.
A principios del 2000, los
programas rosas crecían como la espuma y no había cadena que no tuviera, al
menos, un par de estos programas en su parrilla. Hoy en día, todas las cadenas
tienen un espacio que bien trata únicamente de política o éste es su tema
principal. Espejo Público y 2 Días y 1 noche en Antena 3; El programa de Ana Rosa y 26J,
quiero gobernar en Tele 5; Las mañanas de Cuatro; Los desayunos y 59 segundos en La 1; El objetivo, Salvados, La Sexta columna,
La Sexta noche, Más vale tarde y Al rojo vivo
en La Sexta, ocupan muchas horas a
la semana hablando de política. Por ello, ahora la figura del tertuliano
político es de las más codiciadas en TV. Y todos siguen las mismas reglas, como
sacadas del “Manual del perfecto tertuliano político”. Seguro que las reconoces…
1. Interrumpirse. Como en toda tertulia
televisiva que se precie, el tertuliano político debe rendir cuentas al
programa y por tanto justificar que para algo está ahí y cobra (en la mayoría
de los casos). Es algo normal interrumpirse y pisarse. En todo debate, la
exposición de ideas y el machacar los preceptos del tertuliano menos es afín
provoca mil y una interrupciones. Se caldea el ambiente. Incluso sin hacer caso
al presentador o presentadora.
2. Apoyar o criticar a Podemos. Podemos se ha convertido en el rey de las tertulias. De hecho, le
debe su fama a éstas y por ello sus integrantes son los que más salen en ellas.
Les encanta como canal de propaganda. Los tertulianos o los aman o los machacan
y ambas posturas les dan votos a la fuerza de Pablo Iglesias.
3. Hacer conexiones desde redacciones. Los periodistas necesitan
hoy en día, en muchos casos, pluriemplearse para poder sobrevivir. Así está el
sector. Es normal ver tertulianos que incluso hacen conexiones desde las
redacciones que dirigen o desde donde trabajan. Y, de paso, promocionan con el
logo de detrás, el de su diario.
4. No llevar traje, ni corbata. En búsqueda de la
naturalidad y llegar de una manera más fresca y ágil al espectador, la imagen
de los actuales tertulianos televisivos difiere mucho de la que anteriormente
veíamos por la tele. Ellas incluso salen con vestidos más sexys. Ellos, casi todo,
sin trajes ni corbatas. Es así.
5. Ir cargado de papeles. Por supuesto, a nivel de
postureo llevar siempre varias toneladas de papeles encima da la sensación de
ser un tertuliano político profesional y trabajado. Los hay que llevan miles de
papeles para apoyar sus argumentos. ¿Hace falta? Evidentemente no, pero quedan
genial.
6. Repetir ideas. Si ves en un par de
ocasiones a los tertulianos más polémicos, Inda,
Marhuenda o Vestrynge, por ejemplo, ya sabrás de qué pié cojean. De hecho, si
les sigues en varios programas donde participan, ves que su mensaje acerca de
la corrupción, la económica, del PP, de PSOE o de Podemos es la misma. Se
repiten y se repiten. Como el conejito de Duracell.
7. Multiplícate. Si eres tertuliano político
en TV no debes aparecer solo en un programa. ¡Por favor! Lo normal es aparecer
en varios, cuantos más mejor. Repite tu idea en varios programas e incluso de
varias cadenas. Te debes ganar tu título oficial de tertuliano político como
tal, hombre.
8. Sé radical. Con ver un par de programas
en TV que hablen de política sabrás cuál es la tendencia política de cada
tertuliano y eso es lo que buscan las teles, sobre todo La Sexta. Fomentar el
modelo de las dos españolas aviva el debate y sube el share. Muy antiguo todo
sí, pero real.
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