Según el estudio “Las
mujeres y las ciudades” realizado por IPSOS para el Grupo Lafarge
en cinco urbes europeas, las ciudadanas aman la ciudad en general y
la suya en particular, sobre todo en Madrid, dado que el 91% de las
madrileñas, frente al 83% de los madrileños tienen una imagen
positiva de su ciudad. Asimismo se
pone de manifiesto que la ciudad es el lugar donde las mujeres se
sienten más libres (83% de las mujeres) y la vida es más propicia
para el desarrollo de ellas como individuo frente a la vida en un
entorno rural (88% de las mujeres de Madrid, frente al 84% del
promedio de las 5 ciudades) dado que para el 92% la urbe también
proporciona mayores oportunidades laborales.
Además, a las mujeres urbanas
europeas les gusta disponer de una oferta de ocio, sobre todo
cultural, y su acceso a ella influye en la visión positiva de la
ciudad. El 75% de las madrileñas, frente al 66% de las mujeres de
las 5 ciudades destaca el acceso a la variedad de actividades y al
ocio como razón para amar a su ciudad.
Mejores servicios en la ciudad
frente al ámbito rural
Las madrileñas, en total
coincidencia con el resto de las europeas, valoran en primer lugar
que la disponibilidad de los centros sanitarios sea mejor que en las
zonas rurales (94%); encontrar un trabajo (92%), el acceso a las
instituciones administrativas (90%), a los centros educativos (78%),
a los sitios para las compras de alimentos (74%), y la disponibilidad
de muchos transportes (68%). Sin embargo, las ventajas de la vida
urbana están menos claras con respecto a la educación de los
niños ya que para el 49% de las mujeres europeas es igual de fácil
en la ciudad que en las zonas rurales, aunque en el caso de Madrid,
su visión es más positiva, dado que 39% prefiere la ciudad para la
educación de los hijos.
La importancia del tiempo y la
seguridad en las ciudades
El estudio pone de manifiesto
que el 67% de las mujeres europeas ambicionan disponer de más tiempo
para hacer todo lo que deben y quieren. Se estima que las madrileñas
reivindicarían un promedio de 3 horas y 14 minutos extra cada
día (frente a 2 horas y 36 minutos que reclaman las mujeres
parisinas, por ejemplo). No sorprende que las mujeres con hijos son
las que corran más: necesitan una media de 3 horas y 54 minutos cada
día para hacer todo (frente a 2 horas y 57 minutos para las mujeres
sin hijos).
La ciudad, cuya
practicidad ciertamente puede cambiar la vida de las mujeres, es
también y sobre todo un espacio de libertad y plenitud, aunque
también de mejora en la seguridad. Como ocurre en otras
aglomeraciones referidas en este estudio, el 65% de los habitantes de
Madrid (tanto hombres como mujeres) consideran que la ciudad es en
general menos segura que otros lugares. Sin embargo, el 63% de los
encuestados considera que es igual de fácil para los hombres que
para las mujeres “ir a todos los barrios de la ciudad”. Esta
percepción es compartida por el 60% de las madrileñas, una
proporción superior a la del conjunto de las mujeres de las 5
ciudades (53%)
Las mujeres siguen
asumiendo las obligaciones domésticas y la igualdad
De acuerdo con lo que ven en
los hogares y en sus círculos sociales, los entrevistados de las 5
ciudades europeas reconocen que la mujer continua asumiendo más
responsabilidad que los hombres en las tareas domésticas. Así, el
78% de las mujeres urbanas entrevistadas considera que realiza las
tareas domésticas (limpiar la casa, organizarla, cocinar, etc.); El
cuidado de los hijos es la segunda tarea prioritaria para el 73% de
ellas; la compra de abastecimientos para el hogar (64%) y otras
tareas administrativas (para el 35%). No hay diferencias
significativas entre hombres y mujeres en la percepción de quién
realiza estas tareas, aunque baja un poco el número de hombres que
lo cree.
Los habitantes de Madrid y las
madrileñas en particular consideran más que la media europea que la
igualdad entre hombres y mujeres se respeta más en la ciudad que en
el campo, de manera general (76% de las madrileñas contra 72% de las
mujeres de las 5 ciudades) y en particular en el ámbito profesional
(76% de las madrileñas contra 68% en las 5 ciudades).
Contaminación y estrés,
ámbitos a mejorar
Aunque satisfechas con su vida
en la ciudad, las ciudadanas europeas tienen también altas
expectativas de alcanzar una vida mejor, más agradable, que más se
adapte a su rutina. Los hombres, conscientes de las dificultades que
la vida de la ciudad puede causar, en este caso en las mujeres,
comparten gran parte de sus expectativas. De hecho, para el 74% de
las mujeres europeas, las ciudades estarían mejor adaptadas a sus
vidas si ellas estuvieran más involucradas en su diseño y gestión.
En proporción inferior, el 63% de las mujeres de Madrid comparte esa
opinión. En cuanto a lo que podría tener mayor impacto en una
mejora de su calidad de vida, las mujeres de Madrid sitúan “un
entorno más agradable menos contaminado”.
Por tanto y respecto a los
aspectos a cambiar para hacer la ciudad más agradable, la
contaminación (73%) y el estrés (62%) son las dos razones más
citadas por quienes tienen una imagen negativa de la ciudad. Las
madrileñas críticas evocan esos mismos motivos pero de manera menos
acentuada (59% en cada caso)
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