Eduardo Ovejero.
Hoy
deseo transmitir desde este Crisol, una reflexión sobre el nuevo
brío, que la flamante Coordinadora del PPCV, creo y espero, desea
imprimir a la familia popular.
Comenzó
su periplo orgánico exclamando: “Quiero legionarios y guerreros en
primera línea”. Totalmente de acuerdo, y así somos la gran
mayoría de militantes vocacionales del PP, pero yo matizaría,
Legionarios SI, mercenarios NO.
Legionario:
Forma parte de un ejército sumamente disciplinado y en constante
entrenamiento, tanto para efectuar maniobras militares de forma
precisa y exacta (Elecciones), como para trabajar en obras de
ingeniería y obras públicas (gestión política). Jamás abandona
el campo de batalla, sea como sea el devenir de la lucha.
Mercenario:
Soldado que participa en un conflicto por su beneficio económico y
personal. Con nula consideración en la ideología o preferencia
política con el ejército para el que lucha. Abandona el campo de
batalla, cuando ve peligrar en demasía su físico.
Por
lo que conllevan estas definiciones, es en estos momentos de
desafección hacia la clase política, cuando se debe hacer hincapié
en apoyar a aquellos que realmente se sienten servidores públicos, y
no a quienes se sirven de la política para su propio beneficio.
“Haberlos haylos”.
Así
que estoy totalmente de acuerdo con Isabel Bonig. La recuperación de
la confianza de los ciudadanos, debe empezar por infundirla
previamente en nuestras propias bases (legionarios), dinamizando y
profundizando el contacto con ellos, y evitando mantener en nuestras
filas a posibles enviciados (mercenarios).
Es
necesario visitar más asiduamente los “campamentos” (Sedes
locales y comarcales), y abrir las puertas de sus murallas, para que
los ciudadanos, visualicen y comprueben de nuevo, que los populares
seguimos siendo sus mejores aliados, y tenemos renovadas soluciones,
para combatir esta crisis que otros propiciaron, y así progresar
adecuadamente.
Además
hay que denunciar, que la Izquierda no vende progresismo, ha
presumido mucho tiempo de superioridad moral, (y hemos dejado que lo
haga), siendo radicalmente excluyente. Todo el que no era
“progresista” bajo su prisma, era reaccionario.
Por
ello es necesario demostrar a todos que para los populares, el
PROGRESO, debe ser la disposición a mirar el futuro, pero
ejerciéndose en el presente, a través de una buena praxis de
gobierno, basado en el clamor de la ciudadanía para sacar a la
política de su actual impotencia.
Sí.
Los militantes del PPCV, deben asumir, como pide la Coordinadora, su
papel de legionarios. Pues será la única forma de evitar una
derrota electoral, y no estar abocados, tras 20 años consecutivos de
victorias, a iniciar una travesía del desierto del fracaso, no solo
el propio, si no lo que es peor, el que también quedaría condenada
a transitar la Sociedad Valenciana, con un des-Gobierno de
Izquierdas.
Pero
tranquilos, de momento en mis últimas visitas al Campamento
principal (Sede PPCV), he visto muchos Legionarios. Vamos por el buen
camino. Tan sólo, creo, se debe infundir en ellos nuevas estrategias
y ordenanzas.
El
principal reto de la nueva LEGADA, estas semanas “augustinas”,
es realizar una buena elección de Prefectos, Tribunos y
Centuriones.
Deseo
que la Diosa Fortuna, le acompañe en su toma de decisiones, y
lograr de nuevo entre todos, un restaurado bienestar y progreso de
nuestra tierra, la Comunitat Valenciana.
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