Roger Federer. // FOTO: Marianne Bevis. El
primer Grand Slam de la temporada sirve para poder medir como están
los mejores tenistas del mundo, siendo muy importante un buen
comienzo para todos ellos.
Con
la única baja de peso confirmada antes del inicio, la de Andy
Murray, el Abierto de Australia ha comenzado de la manera esperada.
Los tenistas favoritos
en las apuestas del Open de Australia avanzan rondas demostrando
tener una gran fortaleza, la cual les conducirá a las eliminatorias
finales. Allí, según los pronósticos podríamos volver a disfrutar
de una final entre Rafael Nadal y Roger Federer, los números 1 y 2
del circuito ATP.
Ya
en su última edición, el Abierto australiano ya tuvo un inesperado
desenlace entre el español y el suizo con victoria de Federer. Esta
temporada la vuelta a la competición de Novak Djokovic, que se pasó
el 2017 prácticamente sin jugar, aumenta las posibilidades de ver
otra final, pudiendo ser el serbio quien se lleve el primer Grand
Slam en la campaña rompiendo así el binomio de los otros dos. Y es
que entre Rafa y Roger se llevaron los cuatro “grandes” el año
pasado, con un total de dos por barba.
El
español ha comenzado muy bien su andadura por el torneo, sacando su
mejor tenis a relucir. El cuadro que tiene le permite estar más
tranquilo en las rondas iniciales, hasta llegar a unos cuartos de
final donde seguramente tenga que medirse a Alexandr Dolgopolov. En
semifinales podrían caerle un rival entre Pablo Carreño y Marin
Cilic, teniendo un
cuadro mucho más sencillo, a priori, que el del resto de
favoritos.
Por
ejemplo, Federer tiene en su lado a tenistas como Djokovic, Grigor
Dimitrov, Stan Wawrinka, Dominic Thiem o David Goffin, entre otros.
Por tanto, parece que su camino por el Abierto de Australia tendrá
que ser partido a partido, sin pensar en una hipotética final.
Sus
primeras sensaciones no pudieron ser mejores, pues consiguió
derrotas en primera ronda a un Aljaz Bedene muy combativo. El jugador
esloveno trató por todos los medios de frenar la magistral clase de
tenis que Roger le estaba dando sobre la pista, sin resultado alguno.
El marcador final fue de 6-3, 6-4 y 6-3, siendo un gran comienzo para
el actual campeón del Grand Slam.
Un
jugador muy esperado de ver en Australia era Novak Djokovic. Y es que
la
vuelta del serbio a un gran torneo creaba mucha inquietud en el
público. El tenista ha empezado demostrando que viene a llevarse el
Open, imponiéndose en su debut por un contundente 6-1, 6-2 y 6-4 al
estadounidense Donald Young.
Recordemos
que este torneo es muy especial para el serbio, ya que lo ha ganado
en seis ocasiones. La temporada pasada, defendiendo título, Djokovic
no fue capaz de pasar a la tercera ronda, cayendo ante un inspirado
Denis Istomin en la segunda. Este sería el preámbulo de una campaña
muy irregular y mala de uno de los mejores tenistas de la historia.
Sin
embargo, ya se han confirmado alguna que otra decepción en
Australia. Además de la ya mencionada baja de Murray antes del
comienzo, hombres que apuntaban a llegar lejos como John Isner o
Milos Raonic han perdido en su primera ronda, quedando eliminados a
las primeras de cambio.El
primer Grand Slam de la temporada sirve para poder medir como están
los mejores tenistas del mundo, siendo muy importante un buen
comienzo para todos ellos.
Con
la única baja de peso confirmada antes del inicio, la de Andy
Murray, el Abierto de Australia ha comenzado de la manera esperada.
Los tenistas favoritos
en las apuestas del Open de Australia avanzan rondas demostrando
tener una gran fortaleza, la cual les conducirá a las eliminatorias
finales. Allí, según los pronósticos podríamos volver a disfrutar
de una final entre Rafael Nadal y Roger Federer, los números 1 y 2
del circuito ATP.
Ya
en su última edición, el Abierto australiano ya tuvo un inesperado
desenlace entre el español y el suizo con victoria de Federer. Esta
temporada la vuelta a la competición de Novak Djokovic, que se pasó
el 2017 prácticamente sin jugar, aumenta las posibilidades de ver
otra final, pudiendo ser el serbio quien se lleve el primer Grand
Slam en la campaña rompiendo así el binomio de los otros dos. Y es
que entre Rafa y Roger se llevaron los cuatro “grandes” el año
pasado, con un total de dos por barba.
El
español ha comenzado muy bien su andadura por el torneo, sacando su
mejor tenis a relucir. El cuadro que tiene le permite estar más
tranquilo en las rondas iniciales, hasta llegar a unos cuartos de
final donde seguramente tenga que medirse a Alexandr Dolgopolov. En
semifinales podrían caerle un rival entre Pablo Carreño y Marin
Cilic, teniendo un
cuadro mucho más sencillo, a priori, que el del resto de
favoritos.
Por
ejemplo, Federer tiene en su lado a tenistas como Djokovic, Grigor
Dimitrov, Stan Wawrinka, Dominic Thiem o David Goffin, entre otros.
Por tanto, parece que su camino por el Abierto de Australia tendrá
que ser partido a partido, sin pensar en una hipotética final.
Sus
primeras sensaciones no pudieron ser mejores, pues consiguió
derrotas en primera ronda a un Aljaz Bedene muy combativo. El jugador
esloveno trató por todos los medios de frenar la magistral clase de
tenis que Roger le estaba dando sobre la pista, sin resultado alguno.
El marcador final fue de 6-3, 6-4 y 6-3, siendo un gran comienzo para
el actual campeón del Grand Slam.
Un
jugador muy esperado de ver en Australia era Novak Djokovic. Y es que
la
vuelta del serbio a un gran torneo creaba mucha inquietud en el
público. El tenista ha empezado demostrando que viene a llevarse el
Open, imponiéndose en su debut por un contundente 6-1, 6-2 y 6-4 al
estadounidense Donald Young.
Recordemos
que este torneo es muy especial para el serbio, ya que lo ha ganado
en seis ocasiones. La temporada pasada, defendiendo título, Djokovic
no fue capaz de pasar a la tercera ronda, cayendo ante un inspirado
Denis Istomin en la segunda. Este sería el preámbulo de una campaña
muy irregular y mala de uno de los mejores tenistas de la historia.
Sin
embargo, ya se han confirmado alguna que otra decepción en
Australia. Además de la ya mencionada baja de Murray antes del
comienzo, hombres que apuntaban a llegar lejos como John Isner o
Milos Raonic han perdido en su primera ronda, quedando eliminados a
las primeras de cambio.
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