El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante
(COIAL) ha presentado alegaciones a los documentos “Propuesta de Plan
Hidrológico”, “Proyecto del Plan de Gestión de riesgo de Inundación” y “Estudio
Ambiental Estratégico” del proceso de planificación hidrológica de la
Demarcación Hidrográfica del Segura. Según el escrito, “para distintos
horizontes, que van desde 2015 a 2033, comprobamos que en todos los escenarios las demandas son superiores a los recursos
propios y externos con los que cuenta la cuenca del Segura”.
Planificación
a partir de estimaciones incompletas
Según explica el COIAL en su escrito, “la
planificación de los riegos se ha hecho a partir de estimaciones incompletas.
No se aprecia en los cálculos de necesidades de agua en las distintas Unidades
de Demanda Agraria la conveniencia de introducir la fracción de lavado que se
requiere para atenuar los efectos de la salinidad, especialmente en la Vega
Baja del Segura, donde la salinidad del agua es alta debido a la utilización de
retornos de aguas de las cuencas alta y media y a la utilización de aguas
regeneradas procedentes de distintas EDAR”. Por tanto, los ingenieros agrónomos afirman que el déficit de la Cuenca del Segura
“es mayor del que se expone en la propuesta de Plan Hidrológico analizado”.
Las conclusiones contenidas en las alegaciones del
COIAL están basadas en cálculos comúnmente empleados en la ingeniería del
regadío y avalados por publicaciones científicas y técnicas referentes a nivel
internacional.
A pesar de los aportes externos que ha venido
teniendo la demarcación hasta el momento (el más importante el del Trasvase
Tajo-Segura), “existe un claro déficit hídrico, por lo que los cambios
producidos estos últimos años amenazan gravemente la supervivencia de una
importante zona agrícola creada y amparada por leyes aprobadas por el Estado
Español”.
Un
déficit creciente
Al respecto de los aportes externos, los ingenieros
agrónomos recuerdan que antes de la aprobación de la Ley 21/2013 (en su
disposición adicional 15ª) la reserva entre los pantanos de Entrepeñas y
Buendía era de 240 Hm3 (evidentemente atendidas todas las necesidades
del Tajo). En esta ley, sobre la que el COIAL mostró su desacuerdo por la
disposición adicional mencionada, se elevaba la reserva entre Entrepeñas y
Buendía en 160 Hm3, hasta llegar a los 400 Hm3. Por
último recuerdan que, aunque la ley permite un aprovechamiento de hasta 600 Hm3,
el aprovechamiento medio de la vida del trasvase ha sido de 350 Hm3.
Este incremento de 160 Hm3 en los embalses de cabecera y el
déficit hídrico ‘real’ que tiene la demarcación “supondría el no poder trasvasar agua en varios años, y las
consecuencias sobre el sector agrario serían desastrosas e irreversibles”.
A la vista de estos datos, el COIAL afirma que existe “un déficit en la
Demarcación del Segura, y por tanto un grave peligro de que esto se pueda
mantener en base a cambios legislativos producidos en los últimos años, que
amenazan gravemente la supervivencia de una importante zona agrícola”.
100.000 empleos en
juego y desertización
En el informe Impacto económico del
Travase Tajo-Segura preparado por Pricewaterhouse Coopers para el Sindicato
Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, de junio de 2013, se pone de
manifiesto que el sector agrícola de la zona regable con aguas del Trasvase
Tajo-Segura, junto con la industria agroalimentaria asociada, aporta 2.364
millones de euros al PIB y genera más de 100.000 empleos, además de garantizar
el suministro de agua en zonas turísticas, contribuyendo a un sector que emplea
320.000 personas en las comunidades autónomas del Trasvase Tajo-Segura. En
cifras, la aplicación de estos planes supondría la pérdida de 1,5 millones de
toneladas de alimentos, 650 millones de euros y 43.000 empleos. Además,
aumentaría el riesgo de desertización de la zona.
Finalmente, los ingenieros agrónomos recuerdan que
el comportamiento hidrológico “no se puede estudiar ni evaluar de forma aislada
en un momento del tiempo determinado, sino que se tiene que contemplar su
comportamiento hiperanual, ya que los ciclos hidrológicos son los que son, y
aunque si bien es cierto que las imágenes que se nos están mostrando parecen
alarmantes, la situación puede ser totalmente asumible dentro de este
comportamiento hiperanual. Otra cosa
bien distinta es que por falta de infraestructuras en el Alto Tajo no se pueda
realizar una planificación hídrica que garantice la seguridad del suministro o
que se puedan plantear medidas compensatorias para los términos municipales de
cabecera, cuyas actividades turísticas pueden verse afectadas”.
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